Edna Juliana Rojas Hernández

Con más de un siglo de trayectoria en la industria, incluso desde antes de evolucionar con el nombre de Sanofi, esta farmacéutica ha evolucionado hacia una compañía biofarmacéutica guiada por la investigación y el desarrollo (I+D), potenciada por inteligencia artificial (IA) y con un propósito claro: perseguir los milagros de la ciencia para mejorar la vida de las personas.

En un mundo en el que los sistemas automatizados ganan protagonismo, el Grupo Altum trabaja para que el verdadero avance no esté en reemplazar personas con tecnología, sino en integrarlas con sentido estratégico.Esta empresa colombiana con presencia en Brasil, Ecuador, España y México ha construido un modelo de prestación de servicios de seguridad privada, aseo, mantenimiento, mercadeo y ventas, entre otros, que combina lo mejor de la innovación con una mirada profundamente humana.Ana Rocío Sabogal Henao, CEO de Grupo Altum, llama a esta filosofía “Sensibilidad humana estratégica”, por cons

Durante años se ha repetido en manuales y conferencias que los trabajadores son seres humanos, no máquinas. Desde la Escuela de Relaciones Humanas (corriente de pensamiento administrativo) hasta el liderazgo contemporáneo, esa afirmación ha recorrido el discurso empresarial. Sin embargo, en la práctica cotidiana de muchas organizaciones, esta verdad sigue estando más en el eslogan que en la estrategia.Por eso, este artículo no parte de una intención romántica ni de una visión asistencialista del liderazgo.

Una madrastra es una mujer que, al vincularse con un hombre que ya tiene hijos, entra en una estructura familiar preexistente. Lo hace sin libreto, sin manual, sin garantías y muchas veces, sin reconocimiento. A diferencia de lo que sugiere la definición legal —esposa o pareja del padre de un menor—, su rol va mucho más allá de lo jurídico.

Según un nuevo análisis de Accenture, cuando se implementa una estrategia de Gen AI (inteligencia artificial capaz de crear contenido nuevo y original) centrada en las personas, no solo se maximizan los beneficios de la automatización, sino que también se fortalece el potencial humano, contribuyendo a reducir el desempleo. El impacto en la economía nacional sería significativo: una adopción a gran escala de Gen AI podría aportar hasta US$ 88 mil millones al PIB de Colombia.

Doña Segunda González volvió a ver a su hijo después de dos años. Durante mucho tiempo solo podía escucharlo, en esas llamadas largas donde la voz era lo único que los conectaba. Pero ahora, gracias a una videollamada, pudo verlo de nuevo. Doña Segunda nunca ha salido de Curundó, La Banca, un pequeño caserío en el departamento del Chocó. Pero hoy guarda como un tesoro esa felicidad inmensa: ver que sus hijos salieron a conocer un mundo que ella apenas empieza a descubrir, gracias al internet móvil. Este tipo de historias hoy se repiten en muchas regiones de Colombia.

El cacao colombiano representa mucho más que una materia prima. Es una expresión viva de la tierra, la biodiversidad y la cultura que habita en cada región del país. Colombia no solo produce uno de los mejores cacaos del mundo, fino de aroma, sino que tiene la oportunidad histórica de posicionar este grano como símbolo de transformación nacional, especialmente en un mundo marcado por la búsqueda de productos auténticos, sostenibles y con propósito.Hablar de cacao es hablar de territorio, de historia, de resistencia y de posibilidad.

Durante décadas, la narrativa profesional dominante fue lineal: estudia, trabaja, asciende. El éxito se medía en cargos, años de experiencia y estabilidad. Pero ese modelo, heredado de otra época, otra economía y otro sistema de valores, ya no alcanza.Hoy, cada vez más personas sienten que crecer no es subir una escalera, sino construir su propio mapa. Y ese mapa no tiene una sola dirección.