Edna Juliana Rojas Hernández

Doña Segunda González volvió a ver a su hijo después de dos años. Durante mucho tiempo solo podía escucharlo, en esas llamadas largas donde la voz era lo único que los conectaba. Pero ahora, gracias a una videollamada, pudo verlo de nuevo. Doña Segunda nunca ha salido de Curundó, La Banca, un pequeño caserío en el departamento del Chocó. Pero hoy guarda como un tesoro esa felicidad inmensa: ver que sus hijos salieron a conocer un mundo que ella apenas empieza a descubrir, gracias al internet móvil. Este tipo de historias hoy se repiten en muchas regiones de Colombia.

El cacao colombiano representa mucho más que una materia prima. Es una expresión viva de la tierra, la biodiversidad y la cultura que habita en cada región del país. Colombia no solo produce uno de los mejores cacaos del mundo, fino de aroma, sino que tiene la oportunidad histórica de posicionar este grano como símbolo de transformación nacional, especialmente en un mundo marcado por la búsqueda de productos auténticos, sostenibles y con propósito.Hablar de cacao es hablar de territorio, de historia, de resistencia y de posibilidad.

Durante décadas, la narrativa profesional dominante fue lineal: estudia, trabaja, asciende. El éxito se medía en cargos, años de experiencia y estabilidad. Pero ese modelo, heredado de otra época, otra economía y otro sistema de valores, ya no alcanza.Hoy, cada vez más personas sienten que crecer no es subir una escalera, sino construir su propio mapa. Y ese mapa no tiene una sola dirección.

Innovar no es simplemente tener una idea disruptiva o emprender un desarrollo inédito. Es la capacidad de transformar ideas, incluso antiguas, en soluciones que generen valor tangible. Según Edwin Rozo, director del Área de Servicios para la Región Andina de Tetra Pak, una buena idea representa apenas el 5 por ciento del proceso; el 95 por ciento restante está en la implementación y en hacerla realidad para los clientes.En Colombia, esta apuesta se refleja en un portafolio diverso de envases inteligentes.

Los centros comerciales no son solo lugares de consumo. Se redefinen como espacios de impacto urbano. Esa certeza la tiene Salitre Plaza, que consolida su presencia en el occidente de Bogotá al ser un referente en sostenibilidad, inclusión social y compromiso comunitario.

Descubrir el valor diferencial de cada persona y de cada empresa es clave tanto en el desarrollo de marcas personales auténticas como en la construcción de marcas corporativas coherentes y genuinas que se conecten emocionalmente con sus públicos y fortalezcan su cultura interna.Eso hace posible Tatiana Ravé, directora de WT Psicólogos, quien ayuda a personas y empresas a descubrir su valor diferencial en un mundo cada vez más competitivo, en el que “la visibilidad no garantiza relevancia y la exposición no implica autenticidad”, como ella dice, sino en el que cada quien pueda “encontrar aqu

Hablar del reciclaje en Colombia sigue siendo, en muchos casos, una conversación superficial. Pese a las múltiples campañas, contenedores de colores y llamados a la conciencia ciudadana, los índices de aprovechamiento de residuos siguen siendo bajos. ¿Qué estamos haciendo mal? Una de las respuestas está en la base misma del cambio social: la educación.No se trata solo de saber en qué caneca va el papel y en cuál va el plástico. El verdadero reciclaje comienza con el conocimiento y termina con la acción, y ese proceso debe cultivarse desde la primera infancia.