Tocó en 2010, en el antiguo Coliseo El Campín. Los asistentes dan testimonio de una noche inolvidable. Cómo no. Era Massive Attack, en Bogotá. Eso no se olvida. Estos tipos entregan el único tipo de bombardeo bienvenido, el que libera cuerpo y el alma, uniéndolos, el que despierta e inspira los sentidos.Si ese fue el recuerdo que dejó la banda de Bristol en ese adorable escenario que “sonaba a tarro” llamado Coliseo El Campín, ¿qué se podrá esperar del regreso de Massive Attack a Bogotá, no por coincidencia, seguro que no, a la arena más verde del condado, la Movistar Arena?