Más de 180 ciudadanos recibieron un mensaje o una llamada de una entidad bancaria, una notificación de que el crédito o tarjeta de crédito fue aprobada, el problema es que ninguno había solicitado ese producto. Todos se convirtieron en víctimas de una banda de delincuentes sobrados en ideas y escasos de moral. La Policía adelantó una investigación que estableció un modus operandi, una forma efectiva para de sacar créditos a nombre de otras personas, con cédulas falsas o robadas.