Tras 18 días desde que Valeria Afanador fue presuntamente raptada del patio de su colegio, en Cajicá, la historia tuvo un amargo desenlace. El gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, fue el encargado de comunicar la trágica noticia.El cuerpo de la niña apareció sin vida en la ribera del río Frío, una corriente de agua que bordea la cerca viva que delimita los linderos del colegio y donde, según las autoridades, ya se habían hecho varias pesquisas para hallar a la menor. En este caso todo es extraño. Los investigadores no solo aseguraron que el punto en el que fue encontrada Valeria ya se había revisado, sino que es improbable que el cuerpo hubiera permanecido escondido en ese lugar por tantos días sin que nadie lo hubiera podido notar.Las líneas investigativas señalaron, de manera preliminar, que esa escena del crimen pudo haber sido creada y que a Valeria alguien la movió hasta ese punto justo el día en que la encontraron.“En el sector donde se realizó el hallazgo se habían adelantado recorridos desde el primer día de búsqueda, por lo que quienes participaron aseguran que resulta improbable que el cuerpo hubiese estado allí desde entonces”, señaló Rey. Las pistas para esclarecer la línea de tiempo en la que la niña desapareció son difusas. Lo único que se tiene hasta ahora son piezas de video en las que se ve a un hombre, sin identificar, que merodeaba por las instalaciones del colegio minutos antes de la desaparición de Valeria; otra más, en la que se ve la sombra de Valeria, quien camina por el borde de la reja del colegio y se camufla en al menos siete oportunidades detrás de la vegetación e ingresa y sale de la cancha del colegio.Pero estas pistas no son concluyentes. Por el contrario, abren varios interrogantes y tal vez el más importante es si detrás de la reja había alguien llamando a Valeria e intentando raptarla, o por qué la niña, que tenía condición de síndrome de Down, estaba sola en el patio sin la custodia de ningún profesor.O quizá, se preguntan las autoridades, por qué si la última vez que vieron a Valeria fue sobre las 10 de la mañana, el colegio dio aviso a las autoridades hasta la 1 de la tarde. Incluso, la Defensoría del Pueblo ya se había pronunciado en ese sentido.Por su parte, Julián Quintana, abogado de Manuel Afanador y Luisa Cárdenas, padres de Valeria, también había puesto de manifiesto estos interrogantes.De hecho, fueron esas mismas preguntas las que los llevaron a interponer la denuncia por desaparición forzada que terminaría dándole un vuelco total al caso, pues ya no solo se estaba buscando a una menor desaparecida, sino que se había configurado la investigación por la presunta comisión de un delito. Todavía no es claro si Valeria fue hallada con signos de violencia o abuso, pues eso lo deberá determinar el estudio que realice el Instituto de Medicina Legal; lo que sí es cierto es que los investigadores aseguran que el cuerpo no estaba donde finalmente se encontró. Pese a que se desplegaron varios operativos de búsqueda y rescate, en los que participaron todas las autoridades y la comunidad, fue solo hasta la tarde del viernes cuando un agente de seguridad privada alertó a la línea 123 sobre la presencia de un cuerpo extraño sobre el río Frío. Los encargados de la primera revisión fueron los Bomberos de Cundinamarca, quienes confirmaron que se trataba de Valeria. Pero Quintana fue más allá y señaló tajante la responsabilidad del colegio. Aseguró que la institución escondió información que pudo haber cambiado el curso de la investigación, y que cuando se les indagó en las primeras pesquisas nunca alertaron sobre los registros del hombre que merodeaba y que este era un “enemigo de la institución”, como lo dijo el abogado en Noticias Caracol. Ante el descubrimiento del cuerpo de la menor, la revelación de la rectora del colegio sobre un hombre extraño que acecha a la institución y las inconsistencias en el modo y lugar en el que apareció Valeria, las autoridades deben modificar sus líneas investigativas. Por ahora, la Fiscalía sigue recopilando material probatorio, haciendo entrevistas, estableciendo la línea de tiempo del caso y buscando el eslabón perdido en la investigación que permita desenredar los hechos y esclarecer qué fue lo que pasó con Valeria. Mientras tanto, Medicina Legal tendrá que expedir el informe que le diga al país cómo murió Valeria Afanador.
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