Dicen que en Boyacá no hay pueblo feo y por eso viajar a este departamento para disfrutar de los encantos que ofrece cada uno de ellos resulta un plan imperdible, pues, en su mayoría, están llenos de historia, tradiciones y leyendas que vale la pena conocer. Una de las muchas alternativas tiene nombre de localidad española. Se trata de Iza, un municipio ubicado cerca a Tunja, donde destaca su pequeño, pero encantador centro histórico, caracterizado por su arquitectura colonial, sus bellos paisajes rurales y montañosos, y sus ricas tradiciones campesinas.De acuerdo con el Sistema de Información Turística de Boyacá (Situr), el paisaje de Iza incluye un valle de sauces y majestuosas montañas, junto con un hermoso centro histórico donde se mantienen vivos los antiguos oficios de hilandería y tejeduría. Por su parte, la gastronomía local destaca por preparaciones que van desde las tradicionales sopas de las abuelas hasta la exquisita trucha arcoíris. Los postres son punto aparte, pues este se ha convertido en uno de los principales atractivos de este mágico lugar, debido a que combinan la suavidad láctea con la dulzura frutal.Y como si esto fuera poco, en Iza es posible disfrutar de aguas termales, ricas en minerales, que son apreciadas por sus propiedades terapéuticas y relajantes, creando un oasis de serenidad en medio de la naturaleza.¿Qué se puede conocer en Iza?Caminar por el centro histórico, que ostenta el título de Bien de Interés Cultural de la Nación, es una experiencia que invita a disfrutar de la arquitectura colonial, sus monumentos que hacen homenaje a personajes ilustres y de la cultura popular Izana. Allí, sus murales representan la memoria y legado ancestral y sus tradiciones auténticas que llevan al turista por un viaje en el tiempo. En el centro del pueblo se encuentra el Templo del Divino Salvador, que fue construido en 1678 en adobe, teja de barro y lajas bajo el estilo colonial y que a la fecha conserva las pilas bautismales, el púlpito y el altar mayor.También está, según Situr, el Puente del amor, nombrado así porque se considera un espacio propicio para los enamorados, con un ambiente especial que se genera en medio de su construcción colonial de piedra, madera y barro. Uno de los encantos es el resonar tranquilizante del paso de agua del río Tota, y el susurro del viento en los sauces llorones, testigos silenciosos de historias de propios y visitantes. En Iza se encuentra la Cueva de Bochica, un lugar con un gran valor cultural, ya que allí, según las creencias ancestrales, este Dios les enseñó a los hombres el arte de hilar algodón y lana. Con estas habilidades, los habitantes nativos pudieron fabricar ropas abrigadas y mantas para intercambiarlas entre ellos por otros bienes. Muchas de estas tradiciones aún se conservan. En este acogedor destino boyacense también hay sitios en los que los viajeros tienen la posibilidad de realizar camping, además de que hay oferta de establecimientos de glamping y parques ecológicos.
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