Con el avance de la tecnología, el router wifi ha pasado a ser una pieza clave para asegurar la conectividad de los dispositivos inteligentes que se usan a diario. Sin importar el lugar, este dispositivo actúa como el núcleo de la red inalámbrica, permitiendo que computadores, celulares, televisores y otros equipos accedan a internet de forma estable y veloz.Sin embargo, recientemente ha salido a la luz un uso innovador del wifi. De acuerdo el sitio web de la empresa de ciberseguridad, Kaspersky, el router podría detectar movimientos dentro de los espacios cerrados. Es decir, es posible rastrear desplazamientos tan sutiles como un giro de muñeca o el paso de una mascota por una habitación. Esta tecnología no nació con el propósito de vigilar, sino como resultado de esfuerzos por optimizar el rendimiento de la red inalámbrica. Los routers de última generación emplean una técnica llamada “formación de haces”, que permite concentrar la señal hacia los equipos conectados, mejorando su estabilidad y velocidad. Según información reseñada en el portal citado, para lograrlo, los dispositivos analizan cómo se propaga la señal por el entorno, lo que les da una visión detallada del espacio físico. Esta capacidad de mapeo se basa en la información del estado del canal, que se actualiza constantemente para mantener una conexión eficiente.Aunque esta posibilidad lleva tiempo en estudio, apenas recientemente lo han incorporado de forma comercial en algunos servicios domésticos, tanto por parte de proveedores de internet como por fabricantes de dispositivos. Así, el router no solo se convierte en el centro de la red doméstica, sino también en un sensor pasivo de actividad. Si bien este tipo de tecnología puede tener aplicaciones útiles —como la detección de caídas o la automatización del hogar— también plantea preguntas relevantes sobre hasta qué punto se está cediendo información personal sin saberlo. Cuando un dispositivo se comunica con el router, la señal de radio que intercambian puede alterarse por la presencia de obstáculos o movimiento en el entorno. Los routers actuales cuentan con la sensibilidad suficiente para registrar esos cambios, lo que les permite funcionar también como sensores que detectan movimiento en tiempo real.Para aprovechar esta capacidad, es necesario contar con algoritmos especializados que interpreten las fluctuaciones en la información del estado del canal (CSI). Estos algoritmos se integran en el software interno del router, y sus análisis se sincronizan con una aplicación móvil conectada al dispositivo del usuario. A través de un servicio en la nube exclusivo del fabricante, es posible recibir notificaciones sobre actividad detectada en el hogar, de manera muy similar a como operan dispositivos como cámaras de seguridad o timbres inteligentes.¿Cuáles son los requisitos y limitaciones de esta novedad?Para que el sistema de detección de movimiento mediante wifi funcione de manera efectiva, es necesario cumplir con ciertos requisitos técnicos. El router debe contar con múltiples antenas y ser compatible, como mínimo, con el estándar wifi 5 (802.11ac). Este tipo de hardware es fundamental para permitir un análisis preciso de los cambios en la señal, que son la base de esta tecnología.Además, es importante que en el entorno doméstico existan algunos dispositivos conectados al router que permanezcan fijos o se muevan muy poco, como un televisor inteligente, una impresora o un altavoz conectado. En algunos casos, también pueden aprovecharse dispositivos como repetidores de señal o sistemas de wifi en malla, que ayudan a ampliar la zona de cobertura y a mejorar la sensibilidad del sistema, actuando como puntos de detección adicionales.Finalmente, la empresa de ciberseguridad concluye que aunque el sistema es capaz de registrar alteraciones, no puede identificar con precisión qué fue lo que se movió ni en qué punto exacto ocurrió. Esta limitación lo asemeja a los sensores infrarrojos tradicionales. Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que, con el uso de algoritmos avanzados y técnicas de inteligencia artificial, es posible incluso estimar la postura de una persona a partir de las variaciones en la señal wifi, lo que abre la puerta a desarrollos mucho más sofisticados en el futuro.
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