Juan Pablo Raba, protagonista de Delirio, habló con SEMANA sobre la serie: “Todavía hay resistencia para hablar de salud mental”

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Delirio, la aclamada novela de Laura Restrepo llegó a Netflix. La serie de ocho episodios que se estrenó el 18 de julio cuenta la historia de Fernando Aguilar, un profesor universitario que regresa de un viaje junto a sus hijos para descubrir que su esposa, Agustina Londoño, interpretada por Estefanía Piñeres, está sumida en una crisis de delirio. Juan Pablo Raba da vida a Fernando en esta producción que aborda temas como el amor, la locura y el ambiente turbulento marcado por el narcotráfico y la violencia de la época.La serie también reúne un elenco destacado, con nombres como Paola Turbay, Juan Pablo Urrego, Salvador del Solar y Cristina Campuzano, quienes aportan solidez a una trama cargada de emociones y complejidad. Bajo la dirección de Julio Jorquera y Rafael Martínez, y con guion y producción liderados por Verónica Triana y Andrés Burgos, la adaptación busca capturar la atmósfera oscura y nostálgica de la novela original. SEMANA conversó con Raba sobre su papel y también sobre temas fundamentales que toca la novela: la salud mental.SEMANA: Desde el anuncio de la adaptación de la novela a una serie, ¿tuvo la oportunidad de reunirse con Laura Restrepo?Juan Pablo Raba: No, ¿sabes que no? Yo soy muy fan del libro y soy muy fan de Laura. Leí el libro cuando salió hace 20 años y hace 20 años ya, pues quedó grabado en mí, es uno de esos libros que se quedan con uno siempre. Cuando me hablaron de la posibilidad de hacerlo dije: Sí, olvídate completamente del otro proyecto que estaba haciendo. Yo quiero ser parte de esa historia porque este es uno de esos proyectos que nosotros llamamos unicornios. Son muy especiales, uno pasa mucho tiempo buscando proyectos así de especiales y este es uno de ellos.SEMANA: ¿Qué es lo que más lo atravesó de Delirio?J.P.R.: En su momento, cuando lo leí hace 20 años, claramente esa mirada tan particular sobre un acontecimiento histórico que nos atraviesa a todos y que es parte de nuestra herida, como lo es el narcotráfico y la historia en este país. La forma en la que ella logra casi convertirlo en una suerte de problema de clases, es realmente brillante y casi que poético. Hoy en día, ya en esta segunda lectura, con lo ocupado que estoy con los temas de salud mental, ya lo veo desde otro enfoque. Pero es muy curioso porque igual se trata de una historia de época, estamos hablando de los 80, 90 y una pequeña línea temporal con un poquito más atrás. Pero si te das cuenta, el tabú que hay alrededor de las enfermedades mentales, esa forma que tienen los personajes de hacer de cuenta que no está pasando nada realmente… Desde el mismo Aguilar, que cree que de alguna forma un día Agustina ya se va a levantar y va a estar normal. Fíjate que hoy en día, aunque tenemos mucha más información, todavía nos cuesta ese trabajo. Las familias lo siguen escondiendo y sigue siendo un motivo de vergüenza. Qué increíble que tengamos problemáticas tan parecidas con ya tantos años de diferencia. Hemos mejorado, tenemos más información, sin duda, pero todavía hay una resistencia a hablar de los temas de salud mental. Entonces yo diría que hoy en día eso tal vez me afecta más en este momento particular de mi vida.

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