“No lidero empresas, lidero futuros”, asegura contundente esta emprendedora tecnológica y activista financiera. En 2022 estuvo tras la creación de Lulo X, la plataforma que puso en manos de miles de colombianos el acceso a dólares digitales y educación financiera. Como cofundadora de este spin-off de Lulo Bank, el primer banco ciento por ciento digital que funcionó en Colombia, asegura que lideró “una revolución silenciosa” en el sistema financiero. Su visión consiste en que la tecnología potencie lo que nos hace humanos y regenere estructuras obsoletas. “No busco escalar productos, sino elevar conciencias”, asevera. Cree en la incomodidad como motor, la empatía como estrategia y el amor radical como ventaja competitiva. Para ella, las transformaciones digitales son también transformaciones sociales. “Cuando entendí eso empecé a tener una mirada más humana sobre los desarrollos tecnológicos, que me cuestionó mis propios valores y principios para definir un modelo de negocio sostenible y que tuviera esa conciencia”. Por su fusión de tecnología, humanidad y propósito, aplicada a rediseñar industrias desde adentro, ha sido reconocida por The Global Women Leader como una de las Top 10 Women CEOs, y por Forbes Colombia como una de las Top 20 CIOs. El año pasado ganó la categoría Inspiración STEM en los Latam Inclusive Tech Awards. Nacida en Armenia, es “nómada del conocimiento” y políglota. En Montreal (Canadá) perfeccionó el inglés y el francés, y en un pequeño pueblo alemán estudió la lengua de Goethe. Comenzó su vida profesional en una agencia de marketing digital. Luego viajó a Indonesia, donde aprendió el idioma local y colaboró en la creación de Refugeeks, una plataforma blockchain que apoya a población refugiada para que acceda al sistema financiero y a la educación. Es internacionalista de la Universidad del Rosario y cuenta con un executive MBA de Westfield Business School, y con una maestría en Transformación Exponencial, de EIG Business School. A su amplia formación académica se suman las enseñanzas de su abuelo y de su padre, ambos agricultores. “De ellos viene mi sensibilidad por el otro y por la naturaleza; ser muy observadora, paciente, y entender que las cosas cambian, como el clima, por lo cual tenemos que ser flexibles y adaptarnos. (...) El mundo cambia muy rápido y la tecnología se transforma a pasos agigantados. Quienes se atreven a aprender y a liderar con propósito no solo transforman sistemas: siembran futuros”.
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