No decora su oficina. Y si hay una sala disponible, la prefiere para trabajar. Nació en Cali y de allí pasó con su familia por Aguachica, Bucaramanga, Ibagué y Bogotá. Por diferentes oportunidades, Alexandra Montealegre también ha vivido en Perú, Estados Unidos, Centroamérica y España. “No me cuesta cambiar de casa, de ropa, de hábitos alimentarios o de amigos, pero me es difícil generar arraigo”. Esa falta de raíces profundas contrasta con los 25 años que suma en Deloitte, una firma líder en servicios profesionales en auditoría, impuestos, legal, asesoría y consultoría, en la que se ha desempeñado en las áreas de Auditoría, Riesgos, Consultoría y, actualmente, en Impuestos y Servicios Legales. Cuando estudiaba Finanzas y Relaciones Internacionales, pensaba que su futuro estaría en mesas de dinero o en la banca de inversiones. Pero en un viaje a una feria de empleo en Asia conoció a la firma Arthur Andersen, que con el tiempo se convirtió en Deloitte. “Así empezó mi carrera en la firma. Entendí que mi objetivo era convertirme en socia y me tracé ese propósito”. La tarea le tomó casi 20 años en los que construyó y ejecutó una estrategia detallada sobre lo que debía aprender a corto, mediano y largo plazo para alcanzar su objetivo. Cursó una especialización en Control Gerencial Corporativo en el Externado y un Executive Master en Dirección Financiera. “Soy determinada para lograr cualquier meta que me propongo, y presto atención a todo aquello en lo que tengo que trabajar para alcanzarla”. Cuando obtuvo su propósito de ser socia, una joven de la firma la abordó para decirle que ahora sí tenía la certeza de que, con dedicación, ella también podía lograrlo. Por eso, le gusta compartir su historia, porque inspira a otras mujeres. Su ideología y preparación también le han traído desavenencias, pues “una mujer con tanta estructura y disciplina puede ser vista como un sargento”. Con los años ha aprendido que no todos tienen su ritmo, y a fluir en consecuencia. Ha sido rigurosa e inflexible, según sus propias palabras. Ahora es rigurosa y flexible. Como parte de su desarrollo, la mujer atenta a la ejecución de las operaciones ha dado paso a una estratega visionaria que persigue resultados. Desde la perspectiva personal, siente casi completa la tarea con sus hijos que ya se fueron de casa y están en la universidad. Por eso, además de su permanente crecimiento en lo profesional, ha tenido tiempo para reencontrarse con sus gustos más personales: la lectura, la cocina, el trekking y el golf.
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