Los anuncios del presidente Donald Trump de incrementar los aranceles, han sacudido la economía global, no solo por las presiones inflacionarias que representan sino también por la afectación directa al crecimiento, alarmas que se han despertado, precisamente al cumplir sus primeros cien días de mandato.De hecho, según un análisis de Bancolombia, el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo su pronóstico de crecimiento económico para dos tercios de los países en la actualización de su Perspectiva Económica Global. Los países emergentes sufrieron revisiones significativas a la baja, en especial aquellos que resultaron más afectados por las medidas comerciales de Estados Unidos, como China. La segunda economía del mundo enfrenta un arancel del 145%, lo que amenaza con socavar uno de sus motores de crecimiento. En particular, el PIB de China crecería 4 % en 2025, lo cual implica un ritmo por debajo del objetivo del gobierno chino (5 %) y de la estimación de enero (4,6%). En cuanto a Estados Unidos, según el FMI, su economía crecería apenas 1,8 % en 2025, muy por debajo de la estimación de enero (2,7 %) y del resultado de 2024 (2,8 %). “La desaceleración de esa economía estaría explicada por el impacto de los aranceles en el consumo privado, debido al traslado del aumento de los costos de los bienes e insumos importados a los precios percibidos por los hogares. De hecho, la tasa arancelaria efectiva para el país norteamericano alcanza niveles no vistos en un siglo, pues aún con la pausa de 90 días a los aranceles recíprocos, la tarifa media para las importaciones de Estados Unidos aumentó desde 2,3 % a 25,9 %”, dice el análisis. Además, las expectativas hoy apuntan a que la inflación finalizaría 2025 muy por encima del promedio 2010- 2019 (1,8%), en 3,3%, 40 puntos básicos más arriba que el cierre de 2024; mientras se desaceleraría solo hasta 2,6 % a finales del próximo año, es decir, se mantendría por encima de la meta del 2 % de la Reserva Federal (Fed).En consecuencia, las tensiones comerciales no solo han deteriorado el panorama económico, sino que comienzan a tener implicaciones directas en la dinámica de los precios. Esto significa, como explica el informe, que la imposición de aranceles, sumada a las contramedidas adoptadas por los socios comerciales de Estados Unidos, genera distorsiones en los mercados de bienes que podrían traducirse en presiones inflacionarias. Ante esto, diferentes entidades han modificado al alza sus proyecciones de inflación global como resultado de los ajustes en los tipos de cambio, los flujos de capital y el aumento de la deuda, hasta 3,9% y 3,1% a cierre de 2025 y 2026. Es evidente un sesgo inflacionario, en especial en Estados Unidos: cerca del 10% del consumo de este país corresponde a bienes y servicios importados, por lo que la sustitución de estos bienes podría ser difícil en el corto plazo. Entre tanto, el aumento de precios reducirá la capacidad adquisitiva de los hogares.Para Bancolombia, en Estados Unidos, bajo este contexto puede darse lo que se conoce como una estanflación; es decir, una economía que crece poco, pero en la que la inflación se incrementa. Una situación de alto riesgo que tendría que enfrentar la Fed, pues los dos elementos de su mandato tienen perspectivas encontradas, lo que dificulta leer el futuro de las decisiones de tasa de interés. “Ahora bien, las declaraciones recientes de los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto apuntan a que se inclinarían por mantener estable la tasa de interés de los fondos federales en 4,25 % - 4,50 % mientras se entiende con mayor precisión el impacto de los aranceles en la economía”, dice Bancolombia. Por si fuera poco, la incertidumbre en torno a los anuncios arancelarios frena la inversión, afecta las decisiones de contratación de las empresas y deteriora la confianza en los mercados, advierte el informe. Esto podría desencadenar una venta masiva de activos financieros, lo que tendría efectos negativos tanto en las perspectivas empresariales como en la riqueza de los hogares estadounidenses y en los flujos de capitales a mercados emergentes. “Así pues, un escenario más favorable para el crecimiento requeriría de la eliminación de los aranceles recíprocos, acompañada de acuerdos que proporcionen mayor claridad sobre el futuro de la política comercial y la aplicabilidad de las exenciones. Sin embargo, la incertidumbre en torno a las negociaciones sigue siendo elevada y es evidente que el presidente Trump continuará utilizando la imposición de aranceles como una herramienta de presión para la negociación de diversos temas con otros países”, anticipa Bancolombia. ¿Cuáles serán los efectos sobre los aranceles? Dependerán, asegura el informe, de si estos son temporales o permanentes, del grado en que las empresas ajusten sus márgenes para compensar el aumento de los costos de importación y si el valor de las importaciones se considera en dólares o en moneda local. “Además, las implicaciones difieren entre el país que impone el arancel, para quien los aranceles actúan como un choque de oferta, tal que reducen la productividad y aumentan los costos; y aquellos a quienes se lo imponen, los cuales enfrentan un choque negativo de demanda, debido a la caída de las exportaciones, que ejerce una presión a la baja sobre los precios”.Como advierte María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia, “los primeros 100 días del presidente Donald Trump han representado una apuesta decidida por fortalecer el poder de Estados Unidos y reposicionar su liderazgo global bajo la premisa de “América first” y la visión estratégica de hacer a Estados Unidos más grande y más próspero”.Para ella, esta agenda ha generado impactos inmediatos: “Una reorganización de la globalización, una alteración en el balance del poder geopolítico y un entorno creciente de volatilidad, tensión e incertidumbre en los mercados, así como en las dinámicas políticas internas y externas”.
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