Cuando Alba Zulay Peña buscó ayuda en la Fundación Solidaridad por Colombia en 2017, aún cursaba el colegio y soñaba con ser profesional. A pesar de las barreras, ese mismo año fue seleccionada para la Beca Universitaria Diana Turbay, que no solo cubrió los costos de su educación superior, sino que también le brindó acompañamiento psicosocial y formación en valores.Gracias a esa oportunidad, Alba se graduó como Licenciada en Ciencias Naturales y Educación Ambiental en la Universidad de Córdoba. Hoy es un ejemplo de cómo la solidaridad puede transformar vidas.“Creemos que la educación es la herramienta más poderosa para romper ciclos de pobreza”, dice Adriana Marcela Ruiz, directora de Primera Infancia de esa organización. Desde hace cinco décadas, la Fundación Solidaridad por Colombia trabaja por fortalecer el tejido social del país. Sus dos grandes pilares de acción (la educación y la sostenibilidad) han permitido que niños, jóvenes, adultos mayores y familias enteras accedan a oportunidades reales de desarrollo, igual que Alba Zulay.En 2024, la fundación impactó a más de 38.000 personas en todo el país con programas que abarcan desde la atención a la primera infancia hasta becas universitarias. En su línea educativa, atienden a niños desde los 8 meses de edad, garantizando el 70 por ciento de su alimentación diaria, ofreciendo vigilancia nutricional, entornos seguros de aprendizaje y apoyo psicosocial. También acompañan a jóvenes en su formación académica con programas como Jóvenes Solidarios, donde reciben herramientas en ciudadanía, medio ambiente, derechos humanos, inglés y áreas STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas, por sus siglas en inglés).Además de su apuesta por la educación, la fundación Solidaridad por Colombia promueve proyectos de sostenibilidad en comunidades vulnerables, como la instalación de plantas de potabilización de agua, centros de costura para madres cabeza de hogar, y programas de apoyo a adultos mayores.Pero sostener estos programas requiere recursos. “Los tiempos de crisis económica han impactado las donaciones, lo que nos reta a buscar nuevas estrategias para ampliar nuestra cobertura”, explica Ruiz. Por eso, desde 2014, la Fundación se alió con la Red de Cajeros Servibanca para facilitar las contribuciones ciudadanas.Este sistema permite que cualquier persona pueda donar al momento de retirar dinero, hacer una consulta o un avance.Al finalizar la transacción en la pantalla, aparece la opción de hacer una donación voluntaria a la Fundación. “Es una forma accesible y segura de sumarse a la solidaridad. No se necesitan grandes desembolsos: cada aporte, por pequeño que sea, puede marcar la diferencia”, señalan.Desde que inició la alianza, se han recaudado más de 446 millones de pesos, destinados principalmente a financiar las becas Diana Turbay. “Lo que para una persona puede ser un instante en un cajero, para un joven puede significar la posibilidad de terminar su carrera”, explican desde la fundación.Solidaridad por Colombia espera seguir ampliando esta estrategia de recaudo, convencida de que cada peso cuenta. “La solidaridad no se mide en grandes sacrificios, sino en actos cotidianos llenos de significado”.*Contenido elaborado con el apoyo de Servibanca.
Section
Medio
Escrito por