Edna Juliana Rojas Hernández

Mariana Costa Checa es cofundadora y directora ejecutiva de Laboratoria, una startup peruana de impacto social que capacita a mujeres en conocimiento tech y fomenta su inclusión en el ámbito laboral por medio de alianzas con empresas. en su honor y DC Comics la incluyó en la historieta Mujeres Maravilla del Mundo. CÍRCULO DE MUJERES: ¿Cómo fue la génesis de este proyecto que les abre camino a las mujeres en la tecnología? Mariana Costa Checa (M. C. C.): Casi por casualidad.

En Colombia, la palabra paz ha sido durante décadas más promesa que realidad, un anhelo recurrente en discursos políticos y acuerdos de papel. Pero la paz verdadera, la que se palpa en las calles, sostiene la economía y teje la confianza social, tiene un cimiento menos visible y a menudo ignorado: la seguridad.La seguridad no se limita a evitar delitos. Es el factor silencioso que dinamiza la inversión, que abre la puerta al emprendimiento y que permite que comunidades enteras vivan sin el miedo como telón de fondo.

Durante décadas, el acceso al crédito estuvo en manos exclusivas del sistema financiero tradicional. Sin embargo, ese modelo está cambiando con una rapidez inesperada. Hoy, compañías de telecomunicaciones, aseguradoras, cadenas de retail, plataformas de e-commerce e incluso empresas de movilidad ya no se limitan a vender productos o servicios: también empiezan a ofrecer crédito. Lo que parecía impensable hace unos años ahora es posible gracias a la tecnología.Lo que observamos es una desbancarización del crédito.

En 2010, cuando aún escribía tareas del colegio, me hice una pregunta que hoy vuelve con fuerza: ¿qué es el tiempo si no lo habitamos? En esos cuadernos hablaba de sus vacíos y de su profundidad, de segundos que no existen si no hacemos nada con ellos, como ese viejo dilema del árbol que cae en el bosque sin testigos. Al releer esas páginas descubrí algo inquietante: la niña que escribió esas líneas sigue viviendo en mí. No es nostalgia; es evidencia. Con el paso de los años he entendido que la búsqueda más exigente no ocurre afuera, sino adentro.

La imagen más común de un paciente conectado a un ventilador es la de una cama en cuidados intensivos, rodeada de máquinas, luces frías y horarios estrictos de visita. Sin embargo, esa no es la única realidad posible. En Colombia ya existen experiencias exitosas de pacientes que, aun dependiendo de ventilación mecánica, viven en sus casas rodeados de sus familias, con apoyo clínico permanente y tecnología segura.Me refiero a más de 250 pacientes en esta condición.

En Tetra Pak, la diversidad, la equidad y la inclusión son parte del trabajo y la vida corporativa, dice Marcela Velásquez, directora general para la Región Andina y Colombia de esta multinacional sueca que se dedica a brindar soluciones de procesamiento y envasado de alimentos y bebidas.Para respaldar ese propósito en el ámbito global, dice Velásquez, la compañía se enfoca en tres acciones que son visibles en todos sus colaboradores: ‘Inclusión para todos’, ‘Bienestar para todos’ y ‘Diversidad de género’.

Muchos creen que el amor es suficiente para unir una familia. Pero en las familias reconstituidas —esas donde uno o ambos integrantes de la pareja llegan con hijos de relaciones anteriores—, el amor sin acuerdos se desgasta rápido. No alcanza para resolver diferencias de crianza, expectativas heredadas y heridas emocionales que aún respiran en la cotidianidad.

Vivimos en una sociedad que ha aprendido, con disciplina y constancia, a cuidar el cuerpo. Las rutinas de ejercicio, las dietas balanceadas, los chequeos médicos periódicos y la obsesión por la longevidad física se han instalado como parte de la cultura contemporánea. Sin embargo, mientras fortalecemos músculos y cuidamos órganos vitales, hemos descuidado otro componente igual de esencial: la mente.La salud mental sigue siendo el gran tema pendiente de nuestra era.

Nuestro país conoce profundamente el peso de la guerra. Más de cincuenta años de conflicto armado interno han dejado en la memoria colectiva episodios dolorosos: atentados terroristas, paros armados, secuestros masivos, extorsiones, ataques con explosivos y magnicidios, como el de Luis Carlos Galán y recientemente el de Miguel Uribe, han marcado la historia del país.