La producción automovilística cayó más de una cuarta parte interanual en septiembre en Reino Unido, lastrada por un ciberataque que paralizó más de un mes a Jaguar Land Rover, el mayor empleador del sector en el país.El ciberataque, que se dio a conocer el 2 de septiembre, obligó a la empresa a cerrar sus sistemas y su producción. No se pudo reanudar hasta principios de octubre, lo que supuso una gran presión para el fabricante y muchos de sus proveedores.La producción británica de automóviles cayó un 27,1 % en septiembre, según las cifras publicadas el viernes por la asociación sectorial SMMT, que destaca en un comunicado “el cese de la producción del mayor empleador automovilístico británico”.Estas cifras “no son una sorpresa”, afirmó Mike Hawes, director general de la SMMT. “Aunque la situación ha mejorado” en Jaguar Land Rover, “el sector sigue sometido a una intensa presión”, dijo.Hawes se mostró preocupado por las medidas que podrían afectar a los fabricantes ante la esperada presentación del presupuesto a finales de noviembre.Los fabricantes de automóviles británicos se vieron afectados en la primera mitad del año por la caída brutal de las exportaciones a Estados Unidos debido a los aranceles. Las exportaciones repuntaron en julio con la entrada en vigor de un acuerdo comercial entre Londres y Washington.Jaguar Land Rover, propiedad del grupo indio Tata Motors y que emplea a 34.000 personas en Reino Unido, recibió en septiembre el apoyo del gobierno británico mediante una garantía de préstamo que le permite desbloquear hasta 1.500 millones de libras, unos 2.018 millones de dólares.El apoyo buscaba ayudar a su cadena de producción, la mayor del sector automovilístico británico, que emplea a unas 120.000 personas.Respaldo del gobierno y operaciones a media marchaJaguar Land Rover (JLR) anunció a comienzos de octubre la reanudación parcial de su producción, poco más de un mes después de suspenderla debido a un violento ciberataque.“Informamos a nuestros colegas, distribuidores y proveedores que algunas partes de nuestras operaciones de manufactura se reanudarán en los próximos días”, señaló en su momento el grupo en un comunicado.Esta reanudación vino acompañada de un programa de financiación destinado a aportar “liquidez inmediata” a los numerosos proveedores del grupo, debilitados por los retrasos en los pagos y la disminución de la actividad provocada por el ataque.Anunciado el 2 de septiembre, el ciberataque obligó a JLR a detener la producción, con un costo de 50 millones de libras, unos 67 millones de dólares, en pérdidas por semana, según la BBC.“Continuamos trabajando sin descanso junto a especialistas en ciberseguridad, el NCSC (Centro Nacional de Seguridad Cibernética) del gobierno británico y las fuerzas del orden para garantizar que nuestro reinicio se haga de manera segura”, destacó JLR en su comunicado.La firma, que vendió alrededor de 430.000 vehículos en 2024, ya ha sufrido este año los aranceles impuestos por el presidente estadounidense, Donald Trump, primero del 27,5%, y luego del 10%, tras un acuerdo entre Londres y Washington.Este incidente cibernético se produjo tras una reciente ola de ataques contra varias cadenas de comercios en Reino Unido, entre ellas Marks & Spencer (M&S), Harrods y Co-op.
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