Boyacá es uno de los destinos turísticos y acogedores de Colombia. Es un territorio en el que la historia se mezcla con la naturaleza y la tradición y donde los viajeros tienen múltiples posibilidades de conocer y desarrollar todo tipo de planes, especialmente los de naturaleza y gastronómicos. Esta región alberga pueblos coloniales encantadores y paisajes que se pueden disfrutar mientras se deleita el paladar con distintas delicias de su gastronomía. Es un lugar ideal para quienes buscan experiencias auténticas, tranquilidad y conexión con el pasado y la biodiversidad.Este departamento tiene 123 municipios que se distribuyen en 13 provincias, siendo una de ellas la del norte en donde se encuentra Tipacoque, que se encuentra a cerca de 2.000 metros sobre el nivel del mar y ofrece una temperatura promedio de 18 grados centígrados. Se le conoce como “tierra de caballeros”, un apelativo que tiene mucho que ver con su historia, ya que tiene que ver con el escritor Eduardo Caballero Calderón.El Sistema de Información Turística de Boyacá (Situr) indica que los datos históricos hablan de que por sus sendas y montañas caminaron ilustres personajes que dejaron como legado a las generaciones posteriores ese distintivo de gente noble, dedicada y buena. Este municipio se sitúa en la cordillera Oriental, en inmediaciones del imponente Cañón del Chicamocha, ofreciendo unas condiciones físicas y climáticas para el cultivo de productos como el tabaco negro, cítricos, mango, fríjol, maíz y papaya. Sus habitantes también se dedican a otras actividades como ganadería, minería y el comercio de productos artesanales elaborados con fique o con hojas de mazorca. Lugares turísticosQuien llegue hasta allí puede visitar lugares históricos que tienen gran relevancia para la comunidad, como es el caso de la hacienda de la familia Calderón, lugar donde reposan las cenizas del escritor Eduardo Caballero.Otro de los planes es recorrer el sendero en la vereda La Calera, un camino real perfecto para disfrutar de la naturaleza y de los cultivos de tabaco que rodean las fincas, avistando especies de flora en medio de un ambiente tranquilo y fresco.A estos encantos se suma el desierto de Jutua. Este es un paisaje que contrasta con el verde que lo rodea. Allí las caminatas se convierten en una experiencia que sumerge a los viajeros en un terreno impresionante y árido, lleno de maravillas naturales. En esta área es posible apreciar diversas formas y tamaños de cactus que se alzan como guardianes silenciosos del desierto.La ubicación cercana al Cañón del Chicamocha hace que quienes llegan hasta este destino boyacense contemple la posibilidad de ir a contemplar esta maravilla natural,De acuerdo con Situr, en Tipacoque son famosas, en octubre, las ferias y fiestas en honor a la Virgen del Carmen, patrona de los transportadores.Datos históricosLas versiones en torno a la historia de Tipacoque, refieren una hacienda donada a los padres agustinos luego del deceso del propietario. A finales del siglo XVI, los agustinos habían construido el Convento de San Agustín de Tunja, el cual ocupaba el segundo lugar en importancia en el Nuevo Reino de Granada, y del que hacían parte haciendas como Tipacoque, Otenga y Belén de Chámeza. Sin embargo, a mediados del siglo XIX se presentó una Desamortización de Bienes de Manos Muertas, lo que acabaría con la mayoría de propiedades de las comunidades religiosas, entre ellas, Tipacoque. Años más tarde, la propiedad pasó a manos de la familia Calderón Reyes, luego a la familia Calderón Tejada y, posteriormente, a los Caballero Calderón, quienes continuaron con la hacienda mientras se iba poblando la región. En 1968, la población fue elevada a municipio, después de haber sido parte de Soatá. El reconocido escritor Eduardo Caballero Calderón fue uno de sus fundadores.
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