Ciencia
El 'cocodrilo del viento': descubren en la Patagonia los restos de un temible cazador de la era de los dinosaurios
Alejandra López Plazas
27 de agosto 2025 , 03:41 p. m.
27 de agosto 2025 , 03:44 p. m.
El 'cocodrilo del viento': descubren en la Patagonia los restos de un temible cazador de la era de los dinosaurios
Se trata de un enorme depredador de más de tres metros de largo que vivió hace 70 millones de años y que se alimentó de dinosaurios pequeños.
Alejandra López Plazas
En marzo de 2020, en una zona remota del sur de la Patagonia, investigadores argentinos y japoneses se encontraron con un bloque de roca que contenía partes del cráneo de un gran cocodrilo.
Tras varios años de meticulosa preparación en laboratorio, los científicos pudieron estudiar el ejemplar en detalle y confirmar que se trataba de una especie desconocida hasta ahora: Kostensuchus atrox, un enorme depredador de más de tres metros de largo que vivió hace 70 millones de años, hacia el final de la era de los dinosaurios.
Diego Pol, explorador de National Geographic y uno de los investigadores que estudió al animal, explica que este cocodrilo poseía un cráneo corto, ancho y extremadamente robusto, diferente a cualquier otro cocodrilo conocido. “Su hocico estaba armado con más de 50 dientes grandes y afilados, varios con bordes aserrados, lo que sugiere que estaba adaptado para cazar presas grandes y cortar carne, incluyendo posiblemente pequeños dinosaurios”, señala.
Con un cráneo de casi 50 centímetros de largo y una longitud corporal que superaba los 3 metros, Kostensuchus fue un depredador tope, probablemente capaz de alimentarse de una amplia variedad de presas, incluidos dinosaurios de tamaño pequeño a mediano.
Su cráneo era inusualmente corto, ancho y robusto en comparación con sus parientes más cercanos. El hocico era ancho y macizo, con más de 50 dientes afilados—algunos de más de 5 centímetros de largo—con bordes aserrados y cortantes, adaptados para desgarrar tejido muscular, una característica común en reptiles carnívoros.
El fósil estaba en un estado de preservación excepcional.
Santiago Reuil @SantiagoReuil
Su mandíbula, amplia y extremadamente robusta, sugiere la presencia de poderosos músculos responsables de una mordida excepcionalmente potente. Estas características fueron clave para que los investigadores interpretaran a Kostensuchus como uno de los principales depredadores de los ecosistemas del Cretácico Tardío en la Patagonia.
Los investigadores además señalan que probablemente este animal llevaba un estilo de vida más terrestre que los cocodrilos modernos. Su hocico amplio y poderoso y su dentición robusta indican que era capaz de cazar diversos tipos de presas. Estas adaptaciones para una mordida fuerte y una depredación activa lo ubican, junto con el gran dinosaurio terópodo Maip macrothorax, como uno de los principales depredadores de su ecosistema.
El trabajo de Pol cuenta con el apoyo de la National Geographic Society y tiene como objetivo ampliar la comprensión científica de los dinosaurios y los vertebrados que existieron en toda la Patagonia durante los últimos 15 millones de años del período Cretácico. Su trabajo también desarrollará una base de datos para ayudar a los investigadores a identificar patrones de extinción al final del Cretácico en América del Sur en relación con otras regiones del mundo.
'Cocodrilo del viento'
El nombre de la especie tiene un fuerte vínculo con su lugar de hallazgo. “‘Kosten’ significa ‘viento’ en lengua aonikenk, un pueblo originario del sur de la Patagonia, y hace referencia a los fuertes vientos de la región. ‘Suchus’ proviene del griego Souchos, un dios egipcio con cabeza de cocodrilo, mientras que atrox es una palabra en latín que significa ‘feroz’ o ‘terrible’”, detalla Pol. Así, el nombre completo puede traducirse como “el feroz cocodrilo del viento”.
Este cocodrilo vivió en una Patagonia muy distinta a la actual. En lugar de paisajes áridos y fríos, predominaban ríos, lagunas y una vegetación abundante, en un clima templado y húmedo. Allí, este cocodrilo fue uno de los grandes depredadores.
El fósil incluye gran parte del esqueleto del animal.
LACEV  @lacevmacn
“Por su tamaño y dentición especializada, creemos que podía alimentarse de una amplia variedad de animales, incluyendo peces, tortugas y dinosaurios pequeños o medianos”, explica Pol. Entre sus contemporáneos se encontraban dinosaurios como Maip macrothorax, el herbívoro Nullotitan glaciaris, e Isasicursor santacrucensis, de tamaño medio, además de ranas, serpientes, peces y pequeños mamíferos.
La presencia de esta nueva especie de cocodrilo también confirma que, justo antes del fin de la era de los dinosaurios, la Patagonia albergaba un ecosistema complejo y diverso, en el que este “cocodrilo del viento” ocupaba un lugar central como depredador feroz.
Un símbolo de la diversidad perdida
El descubrimiento de esta nueva especie fue realizado en un sitio cercano a la ciudad de El Calafate, en la provincia de Santa Cruz. Una zona rica en fósiles que se ha convertido en un sitio clave para explorar el pasado de la Patagonia.
De acuerdo con los investigadores, Kostensuchus atrox no solo describe a un depredador formidable, sino que también abre una ventana a la diversidad de los cocodrilos durante el Cretácico. Según Pol, estos animales ocuparon una gran variedad de nichos ecológicos: “Había especies acuáticas, terrestres, depredadoras e incluso herbívoras.
El descubrimiento de esta nueva especie, tan cerca del final del período Cretácico, demuestra que esa diversidad seguía creciendo hasta los últimos momentos antes de la gran extinción que eliminó a los dinosaurios, así como a especies como el Kostensuchus”.
Esa extinción masiva, ocurrida hace 66 millones de años, redujo drásticamente la variedad de cocodrilos. “Las especies actuales representan solo una pequeña fracción de toda esa riqueza evolutiva perdida”, subraya el paleontólogo.
REDACCIÓN CIENCIA