La ley del espejo hace que —normalmente— pensemos que todas las fallas del mundo están en los demás. Hace que veamos culpables de nuestras desdichas a otros. Vemos errores imperdonables en cuerpo ajeno, pero al final es nuestra propia identidad la que se ve golpeada cuando nos parecemos a quien criticamos. ¿Les suena familiar?Es increíble cómo el mundo se está llenando de líderes narcisistas. Y hasta ahí llegamos, porque un liderazgo real está lejos de un culto al ego. El líder que busca en realidad el servicio de los demás no está pensando en primera instancia en cómo es su propio brillo.El liderazgo sólido es crucial para el éxito de cualquier empresa, organización o país. Sin embargo, cuando el narcisismo y la falta de autoconciencia se infiltran en el liderazgo, pueden surgir problemas tamaño meteoro. El narcisismo en el liderazgo suele tener una connotación negativa debido a la falta de empatía y la obsesión por la propia imagen, lo que puede afectar la moral del equipo y disminuir la colaboración.Hoy en día, necesitamos más líderes que inspiren y menos de aquellos que solo piensan en sí mismos. El narcisismo es un rasgo de personalidad caracterizado por un sentido exagerado de autoimportancia, una constante necesidad de admiración y una falta de empatía hacia los demás. Dado que estamos viviendo con evidentes líderes narcisistas que nos hacen un daño definitivo en los propósitos sociales y colectivos, me di a la tarea de entender los tipos de narcicismo. Me encontré con tantos, que quise entenderlos bien para escribir esta columna.Hallé, entonces, que existen varios tipos de narcisismo en el trabajo, cada uno con sus características únicas. Primero que todo, está el narcisista grandioso, que se caracteriza por su actitud grandilocuente y su necesidad de ser el centro de atención.También tenemos al narcisista vulnerable, este sí que sabe camuflarse. Es más sutil y puede parecer accesible, pero se ofende fácilmente y necesita validación constante. A su juicio, todo pasa por él y para él.Les sigue en la lista el narcisista encubierto. A este lo tengo superidentificado. Utiliza la falsa humildad para buscar admiración. Habla mucho en primera persona y se disculpa frecuentemente por hacerlo.Y acaba esta hermosa lista el maligno. Es el más destructivo y utiliza el miedo y la manipulación para controlar a los demás. Solo quiere hacer las cosas a su manera y sigue la máxima de que si no es su amigo, es su enemigo. ¿Conocen a alguno?Dado que los tenemos en la vida diaria, debemos aprender a navegarlos para que no nos ahoguen. Para ello, es bueno distinguirlos y categorizarlos basados en datos y hechos, conductas repetidas e inconsistencias en su actuar. Con ellos es mejor evitar la confrontación directa (me siento rara diciendo eso), pero es aconsejable solo hablar frente a otros y hacer muchas preguntas que los lleven a definir lo que quieren, a mostrar sus intenciones reales. Es muy importante documentar todo, en general, los narcisistas son mentirosos y manipuladores, así que hay que protegerse.Establezcan límites claros, no les den información personal que pueda ser usada luego en su contra, traten de tener testigos en reuniones clave e involucren a las áreas de manejo de gente para que ayuden a mediar. En últimas, protéjanse de un narcisista. No se dejen manipular y concéntrense en ustedes.“La mayoría de la gente está enamorada de su drama personal. Su historia personal es su identidad. El ego dirige su vida. Todo su sentido de identidad está invertido en él. Incluso su búsqueda de una respuesta —generalmente sin éxito—, de una solución o de la sanación, se convierte en parte del drama”, Eckhart Tolle.