El dólar en julio, como en una montaña rusa. ¿Se aleja de los 4.000 pesos?

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El dólar es, tal vez, el mejor termómetro para entender lo que sucede con la economía. Y julio fue un mes marcado por la volatilidad de la divisa, que se movió en medio de una montaña rusa de incertidumbre tanto global como local. Durante el pasado mes, el precio del dólar frente al peso colombiano osciló entre 3.949 y 4.205 pesos, y finalizó en 4.181 pesos (79 pesos por encima del cierre de junio). Pasaron 12 meses para que el precio volviera a romper hacia abajo la frontera de los 4.000 pesos.La volatilidad intradía promedio fue de 46,5 pesos en julio, cercana al promedio de 46,4 pesos del año, asegura un informe de Bancolombia sobre el comportamiento del dólar en julio. El volumen transado alcanzó un promedio diario de 1.228 millones de dólares, con cerca de 1.928 transacciones diarias; niveles similares a las de junio.En ese mes, el peso colombiano registró una depreciación de 1,9% mensual, “en línea con la valorización del dólar global, la menor incertidumbre arancelaria y los mensajes desalentadores en materia fiscal que dejó el Presupuesto General de la Nación 2026”, asegura el estudio. El índice DXY, que mide el valor del dólar estadounidense en relación con una canasta de otras monedas, avanzó un 3,2% en julio, impulsado por algunos mensajes positivos relacionados con los aranceles, datos económicos sólidos en Estados Unidos y la postura de la Reserva Federal. En el escenario internacional los mensajes evolucionaron. Según el estudio de Bancolombia, el 7 de julio, el presidente Donald Trump amplió el plazo para aplicar los aranceles recíprocos al 1° de agosto. Esta medida estuvo acompañada de tarifas más elevadas para países como Japón, Canadá, la Unión Europea (UE) y Brasil. Además, anunció un arancel del 50% al cobre a partir de agosto.Sin embargo, se redujeron los aranceles a países con menor participación en las importaciones de Estados Unidos, lo que, a juicio de la entidad financiera, suavizó parcialmente el cálculo inicial basado en déficits bilaterales. Posteriormente, Estados Unidos alcanzó acuerdos comerciales con Japón, Indonesia, Filipinas y la Unión Europea, región con la que se pactó un arancel del 15%, inferior al 30% previamente propuesto. Además, ese bloque se comprometió a adquirir 750.000 millones de dólares en energía estadounidense e invertir 600.000 millones de dólares adicionales. En la última semana de julio, se conoció que funcionarios estadounidenses y chinos estarían evaluando una prórroga de la tregua arancelaria que finaliza el 13 de agosto, asegura el análisis de Bancolombia.Explica que tras la sanción del One Big BeautifulBill Act como ley el 4 de julio, la sostenibilidad futura de las finanzas públicas estadounidenses se puso en duda y el dólar global se debilitó. “Esto se debe a que la ley podría añadir 3 billones de dólares a la deuda pública en la próxima década”, advirtió el análisis. Sin embargo, varios hechos cambiaron el panorama. Por una parte, los sólidos datos económicos en Estados Unidos, en especial el PIB que registró un crecimiento de 3% trimestral anualizado en el segundo trimestre de 2025, por encima de las expectativas (2,5%), al igual que las ventas minoristas y la producción industrial, lo que impulsó el apetito por activos denominados en dólares. Por otra, también sumaron los acuerdos comerciales alcanzados, la postura de la Reserva Federal (Fed) que mantuvo inalteradas sus tasas de referencia y la confirmación de que Donald Trump no despediría a Jerome Powell, presidente de la Fed. “El dólar se valorizó un 3,2% en el mes de julio, después de haber caído 2,5% en junio”, agrega Bancolombia.Mientras tanto, en el campo local, las sombras crecieron, al igual que la incertidumbre, especialmente en el campo fiscal.“El Presupuesto General de la Nación para 2026 reavivó el fantasma de la incertidumbre fiscal. El presupuesto subiría a 557 billones de pesos (+6,5% anual) y el gasto primario a 18 billones de pesos, sustentado en un supuesto de menor pago de intereses (10 billones de pesos) y mayores ingresos”, dice el informe.Además, el Gobierno anticipó que la reforma tributaria podría llegar a superar los 25 billones de pesos, pero su trámite en el Congreso, al igual que el del Presupuesto General de la Nación, anticipa un debate fuerte e intenso. De hecho, ya se pidió en el Legislativo, devolver al Gobierno el presupuesto.En este contexto, Bancolombia prevé que el precio del dólar se negociará entre 4.000 y 4.200 pesos durante el mes de agosto. “No obstante, conservamos un sesgo devaluacionista en un entorno caracterizado por una prima de riesgo elevada”, anticipa. Por el lado internacional, el panorama continúa marcado por la política comercial. El 7 de agosto entran en vigor los aranceles recíprocos y el 13 de agosto vence el plazo del acuerdo temporal con China para la reducción de tarifas. “Noticias sobre eventuales prórrogas podrían añadir volatilidad a los mercados. El nuevo escenario comercial incorpora acuerdos que reforzaron la posición del dólar a nivel global. Estos avances también sugieren que las negociaciones seguirán activas en el corto plazo”, agrega el informe. En el campo local, persisten riesgos a la baja tras la decisión de la Junta Directiva del Banco de la República del 31 de julio, en la que optó por mantener la tasa en 9,25%. “Esta decisión, puntualiza el informe, imprime un sesgo al alza para la tasa de cierre de año y fortalece el atractivo de las estrategias de carry trade”. (El carry trade es una estrategia de inversión utilizada por especuladores en la cual el inversionista se endeuda en una divisa con baja tasa de interés e invierte ese dinero en una divisa con alta tasa de interés).

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