El 12 de octubre de 2024, el Gobierno, el Ministerio de Defensa y el Ejército anunciaron con bombos y platillos que se había lanzado una de las operaciones combinadas más importantes de los últimos años en el Cauca. Se trataba de la operación Perseo, la acción militar bandera del Gobierno del presidente Gustavo Petro. El epicentro de la acción de las Fuerzas Militares, la Fuerza Aérea, el Ejército y la Policía fue en la región del cañón del Micay, considerada como el bastión de las disidencias de las Farc de Iván Mordisco, en especial de la estructura Carlos Patiño. En la ofensiva participaron más de 1.000 hombres de las unidades élite de la fuerza pública y se utilizaron aeronaves, artillería, vehículos blindados y sistemas de vigilancia y control. Esta operación, considerada un hito para las Fuerzas Militares, se encuentra en entredicho por una presunta alianza con organizaciones criminales. SEMANA revela un polémico capítulo que habría tenido la operación en la que participó el hoy ministro de Defensa, Pedro Sánchez, cuando era comandante del Comando Conjunto de Operaciones Especiales de las Fuerzas Militares (Cecoes).La Fiscalía investigaLa Fiscalía contra el crimen organizado de Popayán investiga lo que sería una posible alianza de algunos militares con integrantes de la Segunda Marquetalia, de alias Iván Márquez. De acuerdo con fuentes de la institución castrense, uniformados ya habrían entregado información a las autoridades judiciales que revelaría el presunto pacto criminal entre algunos uniformados de la Tercera División y los hombres de la Segunda Marquetalia. El apoyo que habrían recibido algunos militares de la Segunda Marquetalia se habría dado bajo dos circunstancias que indaga la Fiscalía. La primera de ellas tiene que ver con dos integrantes de la Segunda Marquetalia que les habrían servido de guía a las tropas para evadir los campos minados y así lograr llegar desde Argelia hasta la vereda Los Pinos, en el cañón del Micay, un punto histórico y estratégico en el conflicto armado.Según las versiones de militares que conocieron de la presunta asociación criminal, el pacto consistía en que las tropas avanzaban por el cañón del Micay bajo las indicaciones de los guías de la Segunda Marquetalia, y así se le permitía al Ejército ubicarse en puntos clave para combatir a la estructura Carlos Patiño, de las disidencias de Iván Mordisco.Como contraprestación, según el relato de militares con los que habló SEMANA, la Segunda Marquetalia ocuparía los espacios que dejaba la Carlos Patiño. SEMANA conoció que una de las unidades que está bajo la lupa de las autoridades judiciales por esta presunta alianza criminal es uno de los Batallones de Operaciones Terrestres bajo el mando de un teniente coronel de apellido Plata, quien fue retirado de la institución. Las tropas, según la denuncia de los militares e incluso testimonios de algunos desmovilizados de la Segunda Marquetalia en poder de las autoridades judiciales, habrían recibido el apoyo por intermedio del grupo criminal conocido como los Pocillos, que delinque en Argelia y el cañón del Micay, pero pocos hablan de él por temor a represalias.“Los Pocillos son considerados como un grupo fantasma en Argelia, al que se acude cuando se necesita de acciones criminales de alto impacto porque les prestan servicios a todas las organizaciones del cañón del Micay”, le dijo una fuente de la fuerza pública a SEMANA. Y agregó: “De los Pocillos se sabe que su cabecilla es alias Moisés y se mueve en Argelia cerca a una cachamera”.El otro frente de la presunta alianza criminal está relacionado con un apoyo que, presuntamente, habría recibido el Ejército para poder llegar a la vereda Los Pinos, donde el general Federico Mejía, comandante de la Tercera División, clavó una bandera de Colombia como representación del poderío militar sobre los grupos criminales en el cañón del Micay.En este caso, advierte la investigación, las tropas habrían recibido de los Pocillos logística armada con granadas de 60 milímetros, se habrían movilizado en camionetas de alta gama y unos 30 hombres civiles con fusiles los habrían acompañado en su arremetida contra la Carlos Patiño, le informaron fuentes a SEMANA.La respuesta oficialSobre los graves hechos, SEMANA consultó al general Federico Mejía, responsable de la seguridad en el Cauca, Nariño y Valle del Cauca, y encargado de gran parte de la operación Perseo. Admitió que habría existido una presunta alianza militar entre criminales de la Segunda Marquetalia y el Ejército. “Había connivencia de algunos militares con la Segunda Marquetalia”, dijo el general. El oficial indicó que hizo esa denuncia ante la Fiscalía cuando fue nombrado comandante de la Tercera División y reconoció que se obtuvo información de la presunta relación de militares al inicio de la operación Perseo. “Había unos miembros de la institución metidos en ese tema”, manifestó.Según el general Mejía, él fue quien denunció ante la Fiscalía la presunta relación de militares bajo su jurisdicción con criminales de la Segunda Marquetalia. Respecto al grupo criminal de los Pocillos, el general Mejía indicó que no conoce a la estructura criminal. “Dicen que son firmantes, todo el mundo habla en Argelia, Cauca, que son bandidos, pero a mí no me consta”, dijo. Frente a las presuntas conductas ilegales que habría ejecutado el coronel Plata, responsable de las ofensivas iniciales de la operación Perseo, el general Mejía reconoció que la Fiscalía le comentó que “tenían una investigación sobre él”. El alto mando militar no descartó que algunos de sus hombres estén ligados a actuaciones criminales en medio de las operaciones militares, como habría ocurrido con la operación Perseo. “Son problemas que heredé, ya estaba permeado en algunos casos”.Sobre una posible relación de militares bajo su jurisdicción con estructuras al margen de la ley, el general Mejía tomó distancia e indicó: “Yo no doy órdenes a los comandantes de batallón”, y añadió: “Que quede claro, yo no autorizo operaciones, quienes viven el ambiente operacional son los batallones”. Tras las reiteradas denuncias de posibles alianzas de militares con organizaciones ilegales, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, rechazó estas actuaciones: “No permitimos que haya connivencia entre miembros de la fuerza pública con grupos criminales”.El asunto es complejo y no es la primera vez que se hacen denuncias de presuntas alianzas de militares con organizaciones armadas en la zona. SEMANA reveló videos y pruebas que demuestran cómo uniformados habrían patrullado con supuestos paramilitares de la región de Ortega, en Tolima, para combatir a las disidencias de las Farc. Este último caso está también en manos de las autoridades judiciales.
Section
Medio
Escrito por