Nueva York es una de las ciudades más fascinantes del mundo, llena de historia, cultura y rincones emblemáticos. Para los viajeros que desean descubrirla sin gastar demasiado, los free tours o tours gratuitos son una excelente opción. Estos recorridos, guiados por locales apasionados, permiten explorar los barrios más icónicos mientras se aprende sobre su historia, arquitectura y curiosidades.¿Cómo funcionan los ‘free tours’?A diferencia de los tours tradicionales, los free tours no tienen un precio fijo. Los participantes deciden cuánto pagar al final, según su presupuesto y nivel de satisfacción. Este sistema los hace accesibles para todo tipo de viajeros, desde mochileros hasta familias. Además, suelen durar entre 2 y 3 horas, lo que permite conocer lo esencial sin agotarse.Los mejores ‘free tours’ en Nueva YorkUno de los más populares es el free tour por Manhattan, que recorre lugares emblemáticos como Times Square, Broadway, el Rockefeller Center y la Quinta Avenida. Es ideal para quienes visitan por primera vez.Para los interesados en la historia financiera, el free tour de Wall Street y el Downtown ofrece una mirada al distrito de los rascacielos, incluyendo la Bolsa de Nueva York, el famoso Charging Bull y el conmovedor 9/11 Memorial.Si prefiere algo más cultural, el free tour por Harlem y el Upper Manhattan lo sumerge en la riqueza afroamericana, con paradas en la majestuosa Catedral de St. John the Divine y el legendario Apollo Theater.Para los amantes del arte urbano, el free tour de Street Art en Bushwick (Brooklyn) revela los murales más impactantes de este barrio hipster, con explicaciones sobre los artistas y su mensaje.Ventajas de los ‘free tours’Estos tours son económicos, flexibles y están dirigidos por guías expertos, muchos de ellos neoyorquinos con historias que no encontrará en las guías turísticas. Además, al ser en grupos pequeños, permiten una experiencia más personalizada.Es recomendable reservar con anticipación, ya que aunque son gratuitos, suelen llenarse rápido. También es importante llevar calzado cómodo, pues se camina bastante. Y aunque la propina es opcional, es un gesto apreciado por los guías, que dependen de ellas para su sustento.
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