La problemática de las personas sin hogar (homeless) en Estados Unidos sigue siendo una de las crisis humanitarias más urgentes del país. A pesar de los esfuerzos gubernamentales y de organizaciones sin fines de lucro, el número de personas en situación de calle ha aumentado en los últimos años, impulsado por la inflación, la escasez de viviendas asequibles y las secuelas económicas de la pandemia.Cifras alarmantesSegún el último informe del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD), más de 650,000 personas experimentan falta de vivienda en un día cualquiera en Estados Unidos, con un incremento del 12 % desde 2022. Los estados con mayor crisis son California, Nueva York, Florida y Texas, donde el alto costo de vida y la falta de políticas efectivas han agravado el problema.Los grupos más afectados son:Veteranos: aunque su número ha disminuido, aún representan alrededor del 8% de la población sin hogar.Familias con niños: casi 30 % de las personas sin techo son familias, muchas de ellas lideradas por madres solteras.Jóvenes LGBTQ+: el 40% de los jóvenes sin hogar pertenecen a esta comunidad, debido al rechazo familiar.Causas principalesCrisis de vivienda asequible: el aumento desmedido de los alquileres y la gentrificación han dejado a muchas personas sin opciones.En ciudades como Los Ángeles y Nueva York, se necesitan salarios de más de $35 por hora para pagar un apartamento promedio.Salud mental y adicciones: cerca del 25% de las personas sin hogar sufren enfermedades mentales graves, mientras que la epidemia de opioides sigue afectando a miles.Falta de apoyo gubernamental: aunque existen programas como HUD-VASH para veteranos, y Section 8 de vouchers de vivienda, las listas de espera son largas y la burocracia frena soluciones inmediatas.Respuestas ineficientes y soluciones propuestasMuchas ciudades han optado por medidas controvertidas, como desalojos de campamentos o la construcción de albergues temporales; pero activistas critican que estas acciones no abordan el problema de raízVivienda primero es modelo que prioriza dar hogar permanente sin condiciones, con cifras exitosas en Utah y Finlandia.Por su parte, la inversión en salud menta amplia el acceso a tratamientos y centros de rehabilitación.Otro punto crucial es la parte de ingresos. Salarios más justos implica aumentar el mínimo federal (actualmente en $12.50) para que más personas puedan pagar un techo.El papel de la sociedad civilOrganizaciones como National Alliance to End Homelessness y Coalition for the Homeless trabajan incansablemente, pero requieren más apoyo. Pequeñas acciones, como donar a bancos de alimentos o presionar a legisladores, podrían marcar la diferencia.Si bien Estados Unidos avanza en unos rubros como la tecnología y otras industrias, la crisis de las personas sin hogar sigue siendo una mancha en su desarrollo. Sin políticas integrales y un compromiso real, miles seguirán durmiendo en las calles, señalan expertos.
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