En 2023, a Colombia llegó Monsters of Rock (MOR), un evento internacional que se ofrecía por primera vez luego de varios Knotfest liderando la parada de festivales metaleros con headliners de peso global. Esa primera edición del MOR contó con KISS (en una de sus tantas giras de despedida), Deep Purple, Scorpions, Helloween y Angra, agrupaciones con décadas de trayectoria que en su entrega llenaron las expectativas de los miles de fanáticos que se reunieron un día entero de rock en el estadio El Campín. A pesar de problemas de sonido que los ingenieros internacionales de Scorpions y Kiss no supieron sortear, la respuesta de los artistas y del público fue recíproca: hubo nostalgia, energía y amor por la música. Por eso, con el ánimo de regresar, muchos esperaban una nueva edición. E hizo falta esperar, pero desde que se anunció una segunda edición del festival, la expectativa comenzó a justificarse. Esta segunda edición, que tuvo lugar anoche, 30 de abril, una noche como solo Bogotá las puede conjurar, con al menos cuatro conciertos geniales, contó con los dioses del metal Judas Priest, que dejaron un nuevo momento con el público colombiano que lo venera; con la legendaria banda sueca Europe, que visitó Colombia por primera vez, y con la aclamada banda sueca de metal progresivo Opeth, que una vez más conectó con el considerable número de fanáticos que ha cosechado en el país durante las últimas décadas; por último, los alemanes Scorpions, que cerrarían la noche para celebrar 60 años de exitosa carrera musical, fueron los grandes ausentes por cuenta de la laringitis que afectó a su cantante Klaus Meine.La cuota nacional estuvo a cargo de dos bandas de respetable trayectoria: De Cali, Kronos; de Bogotá, la banda de thrash metal Darkness. Así pues, más allá de la falta de aguijón, el cartel reunió leyendas.la noche de la bestiaLa cita tuvo lugar en el coliseo MedPlus, en el noroccidente de Bogotá, bordeando las afueras de la urbe. Y hacía frío, pero la gente le daba el toque cálido llegando masivamente desde tempranas horas (una decisión que obedece en parte a ahorrarse la angustia del complejo tráfico característico de la zona). Fuera cual fuera el motivo, en su mayoría, la gente fue por la devoción a las bandas, y por eso mismo se respiró rock. La espera de los devotos tempraneros terminó cuando las puertas se abrieron sobre la 1:00 de la tarde e hicieron su ingreso.Días antes del festival hubo novedades tristes. Scorpions puso en duda su presentación en el festival, pues Klaus Meine vivió un delicado problema de salud antes de presentarse en Buenos Aires, Argentina. Esa misma y compleja laringitis, a unos días de su visita a Bogotá, dio para una incertidumbre gigante; no era para menos, la banda cerraba el festival con su gran música y un tremendo show visual. Por eso no fue sorpresiva del todo la confirmación inevitable de que Scorpions no se presentaría.Minutos antes de iniciar el evento, la noticia cayó como balde de agua fría. Esta se notificó por medio de anuncios en todo el coliseo, que también informaban que las bandas internacionales extenderían sus presentaciones para compensa en algo el vacío de Scorpions. La organización también mencionó que habrá un porcentaje de devolución del valor de las entradas para los asistentes del evento (un anuncio serio, por cuenta de que mucha gente compró boleto para verlos a ellos).Después de comunicar la novedad, recién pasadas las 3 de la tarde, hizo presencia en el escenario la primera banda de la jornada, Darkness. Por casi una hora, la agrupación bogotana justificó su reputación en la escena del metal colombiano con canciones como “Espías Malignos”, “Metalero”, “Desvanezco” y “Cría Cuervos”, disfrutadas por un grupo de fans que recibieron a la banda con respeto y cariño.Pasadas las 4 de la tarde, llegó el turno para Kronos, agrupación caleña de hard rock que celebró 40 años de trayectoria musical en esta presentación. La agrupación, un culto para muchos en Colombia, demostró su experiencia y solidez, y llevó al público a cantar sus clásicos: “Paren”, “Igual que Ayer”, “Noches Mágicas”, así como su himno más conocido, “Fuego en mis Venas”. La banda fue acogida por el público presente y su sonido recibió a quienes iban llegando poco a poco al recinto. En últimas, Kronos, dio un show impecable, apreciado por su fiel grupo de fanáticos, y se despidió en medio de ovaciones. Eso dice algo.Entre más fría la tarde, más se prendía el ambiente y más gente se congregaba. Para casi las 5 y treinta de la tarde, miles de personas ya se estaban preparaban para la primera banda internacional. Desde Suecia, con sonidos progresivos y guturales, apareció en el escenario Opeth; su presentación era parte de su gira The Last Will and Testament Latin American Tour.No era la primera vez que la banda liderada por Mikael Åkerfeldt se presentaba en Colombia, y quizá por eso, por su enorme concierto en 2023, en el Royal Center, la agrupación generaba mucha expectativa entre sus fanáticos. Y estos sí que planeaban disfrutar de sus complejas y hermosas canciones y del set extendido.Algunos asistentes quedaron insatisfechos con el sonido que le dieron a la banda; sin embargo, es tan buena que sea como hace brillar sus composiciones. Y asombró porque entregó temas como “In My Time of Need”, “Ghost of Perdition” y “Sorceress”, que los oídos de los asistentes agradecieron. La gente se sumergió en notas de melancolía y virtuosismo, esas propias de los sonidos y letras que Opeth ha ejecutado y pulido por años. Fue una experiencia hermosa, que culminaría con “Deliverance”. La banda ofreció una presentación impecable y dejó el terreno fértil para el disfrute de lo que venía. Los aplausos y ovaciones siempre serán insuficientes (para la próxima vez que ojalá visiten el país, ojalá puedan sonar de manera tan potente y clara como sea posible). Una vez hechos los preparativos, sobre las 7:30 p.m. vino el momento de otra banda de ese norte nórdico, Europe, la única que se presentaba por primera vez en este país. Con sonidos de hard rock clásicos y sintetizadores que transportaban a sus fans a los años ochenta, la banda compuesta por el carismático cantante Joey Tempest y los músicos John Norum, John Levén, Mic Michaeli y Ian Hughland, abrió su show con “On Broken Wings”, haciendo estallar en júbilo a los fanáticos de la música de la década de los ochenta. La mejora del sonido para la clásica banda sueca fue muy notable y estuvo perfecta.Temas como “Rock the Night”, “Scream the Anger” y la popular balada “Carrie”, le dieron un color mágico a la noche. Y no podía faltar el himno que los lanzó a la fama, la popular “The Final Countdown”. Para miles, la experiencia de escuchar este tema en vivo por primera vez fue inolvidable, un punto elevado de la jornada. El recinto fue testigo del virtuosismo y profesionalismo de los suecos por casi hora y media. Europe se ganó sus ovaciones, fervor e interminables halagos, y se llevó una linda imagen del público colombiano y su incondicional apoyo.Llegadas las 9:30 p.m., un juego de luces distinto emergió desde la oscuridad, mientras de fondo sonaba “War Pigs” de Black Sabbath, una canción que obviamente agitó aún más a la audiencia. El recinto, totalmente lleno, vibraba entre gritos y aplausos para lo que iba a llegar. Y entonces, en un estallido de luces y poder, apareció la legendaria agrupación británica Judas Priest, que siempre sabe cómo emocionar a sus fans. El quinteto venía a promocionar su más reciente trabajo Invincible Shield: canciones como “Panic Attack”, “Crown Horns” y la canción homónima del nombre del álbum, fueron parte del nuevo material presentado por la agrupación. Los Metal Gods, que son siempre bien recibidos en Colombia, interpretaron grandes éxitos de su amplio repertorio como “Breaking the Law”, “Rapid Fire”, “Turbo Lover” o la enérgica “Painkiller”, que desató pogos en el recinto, Como se mencionó, debido a la cancelación de Scorpions, Judas Priest pudo interpretar más canciones de su rico repertorio, tocando canciones no venían tocando de manera usual en esta gira: “Metal Gods”, “Heading Out to the Highway” y “Diamonds and Rust” llegaron a un setlist que dejó en éxtasis a los fanáticos más acérrimos de la banda.Otro de los detalles que los asistentes amaron, fue la tradicional entrada de Rob Halford en una imponente moto Harley-Davidson antes de interpretar “Hell Bent for Leather”. Además, cada canción ofreció un juego de luces e imágenes que se complementaba de manera precisa y mágica durante cada interpretación. Cada tema no paraban de emocionar a todos en el lugar, demostrando porqué la banda tiene más de 50 años vigentes. La recepción del público fue más que acogedora para los dioses del metal, en su quinta y triunfal visita a Colombia. Parecía como si fuese la primera vez que interpretaban en la ciudad por la notoria reacción de su público, el cual se emocionó al escuchar la última canción de la noche: “Living After Midnight”, la cual cerraría la presentación de Judas Priest y del evento en general. Después de prácticamente dos horas de presentación, Rob Halford, Ian Hill, Richie Faulkner, Andy Sneap y Scott Travis, salían una vez más de una tarima colombiana como auténticos héroes. La banda tocó con toda la energía demostrando que definitivamente no hay edad para el rock y el metal.balancesDel festival Monsters of Rock II se puede concluir que si bien hubo un buen trabajo logístico, una excelente respuesta del público, mayormente un buen sonido y excelentes bandas nacionales e internacionales, para algunos fanáticos hubo un sin sabor al no poder presenciar a la tan esperada banda Scorpions, agrupación que es toda una institución en el rock y que tenía un peso significativo en el cartel. En lo que se pudo controlar, pues un imprevisto así; sin embargo, todas y cada una de las agrupaciones estuvo a la altura; Darkness y Kronos dejando el nombre de Colombia en alto en el ámbito rockero; Opeth con su impecable virtuosismo y melancolía; Europe con su energía y evocación a la década de los ochenta, sonando intactos y viéndose vigorosos en el escenario; y por supuesto, Judas Priest, que para muchos fue el plato fuerte de la noche al ser una banda con tan vasta y respetada trayectoria que siempre ofrece shows impecables. Para muchos, era una oportunidad única para ver todas estas leyendas en un solo lugar, cumpliendo una nueva cita con el rock en la ciudad.Finalmente, después de un día entero de rock, experiencias y nostalgia, podemos considerar al Monsters of Rock II un éxito rotundo. Sobre las 11 de la noche el festival oficialmente llegó a su fin. Las luces se apagaron en el MedPlus, los asistentes salieron con grandes sonrisas en sus rostros, preguntándose si habrá más, si viene una tercera edición de este evento que, a pesar de siempre sortear alguna fuerte dificultad, sigue ganado adeptos en Colombia y otras latitudes.
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