Con el objetivo de apoyar el progreso de Arauca a través de diferentes líneas de inversión social, nació hace 35 años la Fundación El Alcaraván de SierraCol Energy y Ecopetrol.La Fundación El Alcaraván con su línea de inversión social dedicada al fortalecimiento de la cadena productiva cacao-chocolate ha beneficiado a más de 1.500 familias con formación técnica, microcréditos e insumos y maquinaria.Arauca es una tierra de sabores exquisitos gracias a la calidad de sus suelos, donde se producen cultivos como plátano, yuca, maracuyá y cacao. Este último es uno de los mayores orgullos de la región, pues debido a su calidad y sabor, ha obtenido importantes distinciones a nivel nacional e internacional.Cada año, el departamento de Arauca produce cerca del 25 % del cacao del país, que equivale a más de 12.000 toneladas de uno de los granos más finos del mundo.Si bien la Fundación El Alcaraván trabaja en varias líneas, que incluyen inversión social en vivienda rural, saneamiento básico, infraestructura comunitaria y vial, mejoramiento de escuelas, fortalecimiento de las cadenas productivas, entre otros, uno de sus principales focos ha sido impulsar la competitividad, productividad y desarrollo rural, especialmente a través de la cadena cacao-chocolate.“Arauca es un gran productor de cacao gracias a las excelentes características de sus suelos, que generan un grano de la mayor calidad, sabor y aroma. Esto, junto a la pujanza y creatividad de los araucanos, ha permitido que sus productores y el Departamento, hoy sean un importante referente para el mundo”, explicó Vivianna Pérez, directora ejecutiva de la Fundación El Alcaraván.A lo largo de los años, la Fundación El Alcaraván ha apoyado a los cultivadores con asistencia técnica, inversión social, formación y el fomento de la renovación de los campos, entre otras acciones.A todas estas iniciativas, que han apoyado a miles de familias, se suman también el acceso a microcréditos con tasas favorables que actualmente benefician a más de 200 cacaoteros, impulso a las cooperativas de productores y la creación del primer taller de transformación en 2017, y para el cual se invirtieron más de 2.300 millones de pesos. En este espacio, se han incorporado máquinas de última tecnología y energía renovable para producir chocolatinas, licor de cacao, cobertura, nibs, grageados y chocolate de mesa. A través de la marca El Alcaraván - El Taller del Chocolate, la Fundación comercializa localmente sus productos, aunque el objetivo es expandirse a otros mercados.Pérez destacó que “el taller del chocolate es para toda la comunidad. Los productores tienen acceso a un espacio en las instalaciones de la Fundación donde pueden desarrollar sus propias marcas, mejorar su productividad, crecer, ser más competitivos y recibir asistencia”. Actualmente, 17 emprendimientos araucanos utilizan el servicio de maquila en el Taller del Chocolate de la Fundación El Alcaraván para transformar el cacao en chocolate.La Fundación El Alcaraván se ha convertido en un referente de progreso para Arauca, destacó Pérez, gracias a la calidad humana de la gente de la región, su resiliencia y esfuerzo. “Somos un actor clave en la construcción de paz en el territorio y trabajamos para promover bienestar, crecimiento, desarrollo y progreso. Por eso, nuestros programas son de libre acceso para cualquier persona”, concluyó.
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