Luis Carlos Vélez

En 1997 empecé a mudarme a Estados Unidos. Digo empecé porque fue el inicio de un traslado por capítulos que me ha permitido el privilegio de tener un pie en Colombia y otro en la Unión Americana. El país al que llegué era completamente diferente al que tenemos hoy. La gente le temía a la ley, y el respeto a los procesos estaba grabado firmemente en la identidad nacional. Todo ha cambiado. Me explico.Déjeme usar un caso que hoy ejemplifica mucho de esta transformación: el del salvadoreño Kilmar Abrego García.

Lo que ha dicho el ministro de Salud de Colombia no es un simple desliz. Es una declaración perversa, peligrosa y profundamente antidemocrática. El hecho merece máxima alerta. Me explico.A finales de la semana pasada, el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, afirmó equivocadamente que el Estado tiene la patria potestad de los menores de edad y que, si los padres no vacunan a sus hijos contra la fiebre amarilla, el Gobierno ejercerá su facultad y los obligará. Toda una afrenta a la realidad.Esta afirmación no puede analizarse en el vacío.

El verdadero problema de Colombia es macroeconómico, pero como no mueve masas, el Gobierno se está rajando y las bodegas no lo comprenden. Estamos peligrosamente perdiendo el foco. Me explico.El país va hacia el barranco fiscal.

La semana pasada, el presidente compartió una confesión en sus redes sociales que proporciona una explicación a muchas de sus cuestionadas actuaciones como mandatario y reafirma una de las características que mejor lo definen: Gustavo Petro está 99 por ciento acertado en la identificación de los problemas del país y el 100 por ciento equivocado en las soluciones que intenta implementar. Permítanme aclarar.El jueves, el mandatario expresó en Twitter: “Si esta señora es la decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la U.

El presidente Gustavo Petro es un mal líder. No solamente su gestión es un caos que tiene como único norte la indignación, sino que también los pequeños detalles evidencian su incapacidad para gerenciar, que es la obligación precisa de su máxima dignidad. Me explico.Si hay un puesto que hay que proteger dentro de una administración es el de la persona que maneja las finanzas. Tanto a nivel privado como público, escoger y mantener al responsable de la distribución de los recursos es lo más importante en la construcción de un equipo de trabajo. El mandatario ha sido incapaz de lograrlo.

Cuando viajo, me gusta ver a la gente; particularmente, disfruto observar a la gente en los aeropuertos. Cuando estamos en las terminales aéreas, todos estamos de tránsito, cumpliendo un trámite, enfocados en nuestro destino. Estamos, pero no estamos.En este viaje, en particular, me ha llamado la atención cómo la gente está inmersa en sus pequeñas pantallas de celular y cómo difícilmente pocos hacen contacto con los demás.

El supuestoEn Economía, uno de los supuestos más importantes que sostiene gran parte del análisis y la teoría es que los agentes son racionales. Es decir, que toman las mejores decisiones con la información disponible. Por lo tanto, en lugar de suponer que los protagonistas de la gresca de finales de semana en la Casa Blanca fueron rehenes de sus propias emociones, permítame pensar todo lo contrario y darle una mirada a este episodio, ajustándome firmemente a ese supuesto.El escenarioLa política es un arte, y la política frente a las cámaras de televisión es una telenovela.

La entrevista que la semana pasada le realizó el diario El País de España al presidente Gustavo Petro es tan reveladora y compleja que debería tener hoy todas las alarmas encendidas sobre el jefe de Estado. Me explico.En la conversación en el diario más influyente de habla hispana, Gustavo Petro habla de fantasmas, persecuciones, intrigas y situaciones familiares. Pero tal vez lo más revelador es la colección de delicados pincelazos con los que subraya detalles de su personalidad autodestructiva que los colombianos hemos venido destilando.

El próximo presidente de Colombia será aquel que maneje mejor la conversación digital, y, en este momento, Gustavo Petro es el influenciador de redes imbatible de Colombia. Esto es un pésimo presagio para las próximas elecciones. Me explico.Hay una sola razón por la cual, hoy por hoy, el país no está incendiado como lo estaba en lo que mal han llamado “el estallido social”: las redes no están indignadas.

El espectáculo deplorable que vimos durante el inédito consejo de ministros televisado es un calculado sainete tan malo que terminará siendo bueno. Me explico.¿Qué fue lo que pasó? Tras lo ocurrido, varias fuentes me contaron que desde Palacio convocaron a un grupo de periodistas para presentarles una versión off the record, es decir, aclaratoria y de contexto, que no puede ser citada directamente. Yo no fui invitado, pero pude referenciar cruzadamente con algunos de los asistentes lo que se dijo en la conversación.