Llega la recta final del Congreso con una cuarta legislatura, la última oportunidad del presidente Gustavo Petro para tramitar sus reformas sociales, el único camino que le queda para sentar un precedente sobre su legado en el país.Pero el camino para Petro no es sencillo porque se enfrenta al desgaste de la agenda de su Gobierno en el Legislativo, mientras los congresistas ya están pensando en hacerse reelegir en las elecciones de 2026 y no en buscar alianzas con la Casa de Nariño, lo que podría manchar sus aspiraciones políticas.El camino para Petro no está pavimentado.