David René Moreno Moreno

El mundo está viviendo un proceso de transición con una acelerada carrera hacia la automatización, la cual —sin duda— generará avances técnico-científicos que favorecerán a la humanidad, pero también conlleva una parte muy sensible, pues la inteligencia artificial (AI), la robótica y las tecnologías de la información están haciendo desaparecer muchos puestos de trabajo en todas las actividades. Estamos frente a un fenómeno en crecimiento que no permite otra alternativa que hacer frente inmediato al desafío que este nos presenta.

Las elecciones de 2026 están a la vuelta de la esquina y, por lo tanto, es necesario pensar en cuáles pueden ser los cambios de dirección que requiere el país para recuperar el camino que se ha visto truncado durante el actual período, pues tristemente solo se ve crecer la incertidumbre y el pesimismo.

La democracia es un sistema de gobierno donde los ciudadanos participan directamente o por intermedio de sus representantes en la toma de decisiones que rigen su vida cotidiana y en los aspectos de gobierno que regulan la convivencia de la sociedad. La democracia no se limita solamente al hecho de poder ejercer el derecho de voto y está basada en principios rectores que son los pilares de su solidez.

En 2016, Santos violentó la decisión de las mayorías que dijeron ‘no’ al acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc, pero pisoteando el plebiscito dio un ‘golpe de Estado’ a la voluntad popular y logró que el Congreso, en tiempo récord de 40 días, le aprobara un nuevo acuerdo, en el cual se dio poder político e impunidad a quienes durante más de cinco décadas habían causado ríos de sangre, tristeza y dolor a los colombianos.En forma parecida, el actual jefe de Gobierno quiere darle un ‘golpe de Estado’ al poder legislativo con el famoso ‘decretazo’ en el que se convoca a una consulta popul

Colombia se encuentra al borde del caos total y los colombianos están hastiados tanto de la violencia, como de la inseguridad y la corrupción. En cualquier lugar del planeta, el empleo de la bestialidad es el peor de los caminos para lograr o para mantener el poder.

Las democracias se caracterizan por la separación de poderes y por el respeto que debe existir entre los mismos; el presidente de una nación es la cabeza del poder ejecutivo y debe simbolizar la unión nacional, constituyéndose en el elemento integrador de toda la sociedad.

Hace cerca de 170 años que se publicó por primera vez el ‘Manual de Urbanidad y Buenas Maneras’ del escritor venezolano Manuel Antonio Carreño, más conocido como el Manual de Carreño, texto de obligatoria lectura en las escuelas y colegios del siglo XX, así como de imperativa aplicación en las actuaciones de la vida corriente de toda sociedad.

Sin duda la seguridad es el elemento primordial para lograr el bienestar y progreso de una sociedad y así lo ha registrado la Constitución al mencionar que dentro de los fines esenciales del estado, además de promover la prosperidad, garantizar los derechos y deberes de la comunidad, también debe asegurar la convivencia pacífica de la sociedad. Dispone igualmente la Ley de Leyes que las autoridades están instituidas para proteger en todo orden a las personas, incluyendo los derechos y libertades, así como para que tanto el estado como los particulares cumplan sus deberes sociales.

Las elecciones de 2026 tendrán como característica particular que por primera vez en la historia política de Colombia estas se encontrarán inmersas dentro de un ambiente complejo administrado por ideologías de izquierda, que están haciendo lo imposible para perpetuarse en el poder; se suma a esta presunción el papel que probablemente jugarán los ‘alfiles y peones’ que ya han sido colocados hábilmente al frente de las más importantes entidades e instituciones del país, posiblemente para direccionar votaciones y controlar resultados, pues el mal ejemplo de lo sucedido en Venezuela seguramente

Los colombianos están cansados de la violencia, de la intimidación de las armas, de los crímenes y masacres sin castigo, de la corrupción y del clientelismo mediante el cual muchos políticos buscan el poder asegurando lealtades a cambio de beneficios o prebendas.