David René Moreno Moreno

Hace cerca de 170 años que se publicó por primera vez el ‘Manual de Urbanidad y Buenas Maneras’ del escritor venezolano Manuel Antonio Carreño, más conocido como el Manual de Carreño, texto de obligatoria lectura en las escuelas y colegios del siglo XX, así como de imperativa aplicación en las actuaciones de la vida corriente de toda sociedad.

Sin duda la seguridad es el elemento primordial para lograr el bienestar y progreso de una sociedad y así lo ha registrado la Constitución al mencionar que dentro de los fines esenciales del estado, además de promover la prosperidad, garantizar los derechos y deberes de la comunidad, también debe asegurar la convivencia pacífica de la sociedad. Dispone igualmente la Ley de Leyes que las autoridades están instituidas para proteger en todo orden a las personas, incluyendo los derechos y libertades, así como para que tanto el estado como los particulares cumplan sus deberes sociales.

Las elecciones de 2026 tendrán como característica particular que por primera vez en la historia política de Colombia estas se encontrarán inmersas dentro de un ambiente complejo administrado por ideologías de izquierda, que están haciendo lo imposible para perpetuarse en el poder; se suma a esta presunción el papel que probablemente jugarán los ‘alfiles y peones’ que ya han sido colocados hábilmente al frente de las más importantes entidades e instituciones del país, posiblemente para direccionar votaciones y controlar resultados, pues el mal ejemplo de lo sucedido en Venezuela seguramente

Los colombianos están cansados de la violencia, de la intimidación de las armas, de los crímenes y masacres sin castigo, de la corrupción y del clientelismo mediante el cual muchos políticos buscan el poder asegurando lealtades a cambio de beneficios o prebendas.

Sin duda, el nuevo año trae cambios y con ellos aparecen nuevamente las promesas de “no fumo más”, “bajaré de peso”, “haré ejercicio”, “pagaré las deudas” y “nunca más me verán borracho”; pero este cambio de año no significa que automáticamente se hace borrón y cuenta nueva con los propios desaciertos, y menos con los del actual gobierno, que tanto daño han causado al país en los campos económico, político, social y de la seguridad.El pueblo colombiano no puede olvidar las mentiras, las falsas promesas, las incitaciones a la confrontación, ni al enfrentamiento violento, que se promueve desd

Se acerca el fin de año y por consiguiente hay que hacer balances, evaluar resultados, analizar el cumplimiento de metas y objetivos, así como proponer cambios y establecer nuevos propósitos.

El año 2026 está a la vuelta de la esquina y con ello la esperanza de tener un gobierno que recupere a la República de los daños infligidos por la actual administración.

Con la llegada de Trump a la Casa Blanca, seguramente se presentarán muchos cambios que afectarán de una u otra forma a la agenda internacional, agitando la geopolítica mundial y —en particular— influyendo sobre la guerra fría cuya segunda versión se encuentra en pleno desarrollo, en la que presenciamos la guerra comercial y observamos con preocupación que estamos al borde de una tercera conflagración mundial, debido a las capacidades de las armas de destrucción masiva que han desarrollado varios países, inclusive ‘estados tercermundistas’ y a la escalada terrorista de Oriente Medio.Las rel

La ausencia de autoridad, las restricciones para ejercerla, el mal ejemplo desde los más altos niveles del poder y la impunidad ante el delito, han generado vacíos en la soberanía del Estado, situaciones anómalas que han sido aprovechadas por diferentes grupos delincuenciales para imponer su voluntad por el uso de la fuerza, generando esclavismo, inseguridad, caos y anarquía, lo cual se traduce en inestabilidad política, social y económica, siendo más afectadas por ello las personas de escasos recursos.Mientras persista el desacierto de los gestores de paz, iniciativa gubernamental que prop