La economía de Estados Unidos dio una sorpresa en el segundo trimestre de 2025 al crecer a un ritmo anual del 3,8 %, un resultado más alto de lo que se calculó en un inicio. La cifra fue confirmada por el Bureau of Economic Analysis (BEA), la agencia oficial de estadísticas económicas del país. En su primera estimación, el crecimiento se fijó en el 3,3 %, pero una revisión posterior mostró que la actividad fue más fuerte de lo esperado.El dato contrasta con el inicio de año, cuando la economía se contrajo un 0,6 %. Para los analistas, esto refleja una recuperación significativa y genera optimismo en medio de la incertidumbre global.El repunte estuvo impulsado principalmente por un mayor gasto de los consumidores, que se incrementó un 2,5% en comparación con el trimestre anterior, y por una reducción en las importaciones que, al bajar, empujaron hacia arriba la medición del producto interno bruto.Aunque la explicación técnica es compleja, en palabras simples se trata de que los estadounidenses compraron más productos y servicios dentro del país, mientras que la entrada de mercancías extranjeras disminuyó. Esta combinación hizo que la balanza de cuentas favoreciera el crecimiento. Según el BEA, también mejoraron las “ventas finales privadas”, un indicador que mide lo que realmente consumen e invierten las familias y las empresas, con un aumento del 2,9 %.El gobierno celebró la noticia y destacó que los hogares tienen hoy un mayor ingreso disponible, lo que ha permitido mantener la economía en movimiento. La Casa Blanca calificó el dato como una señal de fortaleza, al mismo tiempo que resaltó la reducción del déficit comercial en el segundo trimestre. El BEA informó que el déficit en la cuenta corriente cayó casi un 43 %, la mayor reducción en años, lo que significa que Estados Unidos compró menos al extranjero de lo habitual.Sin embargo, algunos expertos advierten que no todo es positivo. Parte de este crecimiento responde a factores temporales, como el ajuste de las importaciones después de que las empresas acumularan mercancías a comienzos de año para evitar aranceles. Además, el mercado laboral muestra signos de desaceleración. Pues se han creado menos empleos que en meses anteriores y la inflación continúa siendo una preocupación.De hecho, aunque este segundo trimestre fue muy sólido, el crecimiento promedio de lo que va del año se ubica en torno al 1,6 %, un ritmo más moderado de lo que muchos esperarían en un ciclo de plena expansión. Economistas consultados por medios como Reuters y AP consideran que el reto será sostener ese impulso sin que la inflación vuelva a presionar con fuerza los precios.Aun con esas dudas, el mensaje que deja este resultado es que Estados Unidos conserva una capacidad de recuperación notable. El consumo de las familias, la reducción del déficit externo y la confianza en el gasto siguen siendo pilares fundamentales de la economía más grande del mundo.
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