La metformina es un fármaco utilizado en los tratamientos de quienes padecen hiperglucemia y diabetes.Según investigaciones recientes, este medicamento podría ayudar en la lucha contra el COVID persistente, al disminuir la presencia de síntomas prolongados.Los resultados de los estudios especializadosUn estudio publicado en la revista Clinical Infectious Diseases analizó más de 600.000 registros médicos de adultos diagnosticados con coronavirus. Para obtener resultados más precisos, los investigadores excluyeron a quienes ya habían tomado metformina en el año anterior, así como a pacientes con contraindicaciones o que usaban medicamentos capaces de alterar los niveles de azúcar en la sangre.Los hallazgos muestran que los pacientes que comenzaron a tomar metformina dentro de los 90 días posteriores al diagnóstico presentaron una reducción significativa en el riesgo de desarrollar síntomas prolongados. Este resultado refuerza el potencial de la metformina, un fármaco de bajo costo y con décadas de experiencia en la práctica clínica, como una herramienta útil frente a las secuelas del COVID-19.Una esperanza para el futuro médicoAunque los resultados han sido bastante alentadores, la comunidad científica asegura que es necesario profundizar más en este tipo de investigaciones, teniendo en cuenta factores como el estado de salud previo y la diversidad de los síntomas reportados.Sin embargo, la posibilidad de poder controlar el COVID -19 a un bajo costo, sigue siendo una esperanza para muchos.Es necesario establecer más ensayos clínicos controlados para confirmar estos beneficios y establecer protocolos de uso. La posibilidad de que un medicamento reduzca el riesgo de COVID prolongado ha generado un cauto optimismo entre especialistas. Se trata de un fármaco de bajo costo, ampliamente disponible en todo el mundo y con un perfil de seguridad bien establecido tras décadas de uso en el tratamiento de la diabetes tipo 2. Para médicos e investigadores, este escenario abre la puerta a una estrategia terapéutica sencilla y accesible, en contraste con otros tratamientos más costosos o de difícil acceso que se han explorado durante la pandemia.Aunque los expertos insisten en que los hallazgos aún requieren mayor confirmación mediante ensayos clínicos más amplios, la evidencia inicial ya es vista como una señal alentadora. Si se confirma su eficacia, la metformina podría convertirse en una herramienta clave no solo para reducir la carga del COVID prolongado, sino también para aliviar la presión sobre los sistemas de salud que enfrentan un número creciente de pacientes con secuelas persistentes de la enfermedad.Hoy en día, la metformina no es un tratamiento aprobado específicamente contra el COVID-19, pero los hallazgos son prometedores.
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