El fallo penal en primera instancia contra el presidente Álvaro Uribe Vélez llevó a algunos sectores del petrismo a angustiarse por la suerte que pueda correr en adelante Gustavo Petro.No se puede olvidar que Uribe —el expresidente con mayor popularidad— se convirtió en el primer exjefe de Estado condenado en la historia de Colombia, y su caso abrió la puerta para que, en adelante, ninguna persona que haya dirigido los destinos de este país esté totalmente seguro de sus líos judiciales.SEMANA confirmó con varias voces cercanas al presidente que el petrismo se obsesionó con la presidencia de la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara, que se definirá este miércoles, 6 de agosto, a las 7:00 a. m.En esta elección, la Casa de Nariño no se ha quedado quieta y el ministro del Interior, Armando Benedetti, ha venido conversando con varios congresistas tratando de alinear los astros y lograr que la presidencia recaiga en el petrismo.Los acuerdos políticos apuntan a que la presidencia le correspondería al Pacto Histórico, pero como lo pactado se incumplió en la presidencia de la Cámara, tras la elección de Julián López, es probable que ocurra lo mismo este miércoles.A Gustavo Petro le gustaría que la presidenta fuera Gloria Arizabaleta, una congresista de la Comisión de Acusación que hace parte del Pacto Histórico. Es del Valle del Cauca, fue esposa de Roy Barreras y tiene una amplia experiencia en el derecho penal porque fue fiscal durante muchos años.Arizabaleta, quien hoy investiga a Petro por el caso de presunta financiación irregular de su campaña presidencial en 2022, tiene los votos suficientes para convertirse en presidenta, pero en los últimos días le han salido varios competidores.En la izquierda, por ejemplo, el congresista Alejandro Ocampo, también del Valle del Cauca y del Pacto Histórico, quiere medirse en la presidencia de la Comisión y está haciendo gestiones entre sus compañeros. Una fuente de la casa presidencial le dijo a este medio que desde el Gobierno buscarán que Ocampo no aspire porque divide los respaldos de la izquierda.Mientras esto se dirime, la oposición busca que el congresista Carlos Cuenca, de Cambio Radical, se convierta en el nuevo presidente. Conoce como pocos el Congreso y se ha echado encima la investigación contra el presidente por las explosivas cartas del excanciller Álvaro Leyva.La semana anterior logró que el exministro declarara contra Petro ante esta instancia legislativa y podría ser el que decrete, eventualmente, un examen toxicológico al jefe de Estado para determinar en qué condiciones de salud dirige el país. Por la mitad, también está aspirando a la presidencia de la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara el congresista por el Partido Conservador, Juan Carlos Wills. Hace parte de los conservadores aliados del petrismo, es cercano al ministro del Interior y recientemente le mostró un gesto de fidelidad a Gustavo Petro: archivó una investigación en su contra porque había decretado la consulta popular, pese a que el Senado la hundió en la plenaria. La competencia es fuerte y ninguno promete perder oxígeno en la recta final de la carrera. Hasta la tarde de este lunes, 4 de agosto, la presidencia estaba entre la congresista Gloria Arizabaleta y Juan Carlos Wills. El último, aunque no es del Pacto Histórico, es cercano a Petro. En la Casa de Nariño está claro el poder del presidente de la Comisión de Investigación y Acusación el último año de gobierno de Petro. Aunque no puede cerrar investigaciones contra el mandatario, puede entregar los procesos más polémicos a los amigos del jefe de Estado o, eventualmente, a sus enemigos.
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