En una mañana de Halloween de 2017, la policía japonesa descubrió el horror en la casa de Takahiro Shiraishi. Tras entrar a hacer un allanamiento, aparecieron nueve cuerpos desmembrados en no menos de 240 trozos de huesos escondidos en neveras y cajas de herramientas, espolvoreados con arena para gatos para intentar ocultarlos.La crueldad del caso estremeció al país, pero la historia macabra llegó a su fin. Japón ejecutó este viernes al llamado “asesino de Twitter”, un hombre que mató a nueve personas contactadas por esa red social, en la primera aplicación de la pena capital desde 2022 en este país.
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