Lo han llamado transgresor espiritual, incluso chamán de los cuerpos desnudos. Pero nadie hasta ahora había intentado desnudar a Ian Brennan. En sus lienzos no hay poses forzadas ni belleza retocada: hay verdades. El artista irlandés, expsicoterapeuta y autodidacta del arte, ha llevado a sus modelos y ahora a sí mismo a estados profundos de exposición emocional.