El líder norcoreano, Kim Jong Un, derramó lágrimas mientras consolaba a las familias de los soldados que fallecieron en el frente de batalla ruso. Medios estatales reportaron que Kim presidió una ceremonia donde condecoró a los soldados supervivientes y consoló a los hijos de los caídos.Durante el evento, Kim elogió a las tropas por su “heroico” desempeño y por la “liberación de Kursk”, una hazaña que, según él, demostró la fortaleza del Ejército norcoreano.Frente a un muro que recordaba a los soldados caídos, Kim Jong Un, visiblemente conmovido, abrazó a los hijos de los difuntos.