Una descarada red de corrupción se gestó en los despachos judiciales de Bogotá, justamente donde están los encargados de garantizar justicia a los ciudadanos. Los funcionarios convirtieron las montañas de expedientes y el rezago del tiempo en un negocio millonario que por décadas estuvo oculto de las autoridades. Esta es la historia del cartel de los depósitos judiciales. Una grotesca escena en los juzgados civiles de Bogotá, que algunos sindicatos convirtieron en linchamiento público en contra de un juez, terminó destapando un vergonzoso caso.