Lo que podría parecer la versión criolla de Misión imposible quedó en detalle con una investigación de la Fiscalía. Una organización criminal pasó a otro nivel con su inusual, pero técnica y efectiva forma de suplantar personas para convertirlas en víctimas de una millonaria defraudación.La banda, como si fueran forenses o protagonistas de un escuadrón de espías, lograba, con placas para impresiones dactilares, extraer las huellas de personas en determinados espacios.