La Armada Nacional hizo una incisión profunda en su cuerpo de oficiales de Marina para tratar de extirpar un cáncer. Allí descubrió a un grupo de uniformados que creó su propio cartel de drogas, forjó alianzas criminales con otras redes de narcotráfico, diseñó narcorrutas y vendió información reservada a otros traficantes. Un auténtico cartel.Un informe de contrainteligencia de la Armada puso en evidencia una trama de espionaje, corrupción, música, traición y drogas.