Si el ritmo de reducción de la inseguridad alimentaria en Colombia se mantuviera constante y la prevalencia fuera igual a la que identificó el Dane para 2024, se necesitarían 42 años a fin de que se pudiera hablar de hambre cero.La inseguridad alimentaria nacional, que se mide a partir de ocho preguntas específicas en la Encuesta de calidad de vida, acecha a los hogares colombianos. Solo bajó 0,6 puntos entre 2023 y 2024, al pasar de 26,1 a 25,5 por ciento, con lo cual, en términos de población neta, hay 14,4 millones de personas con dificultades para acceder a la comida.