Para nadie es un secreto que una de las ventajas que ha tenido la Fuerza Pública para combatir a los grupos criminales de alto impacto como el ELN, las disidencias de las Farc, el Clan del Golfo, o en el pasado la extinta guerrilla de las Farc, ha sido la superioridad aérea. Con las aeronaves, el Ejército y la Policía han logrado llegar a las madrigueras de los grupos alzados en armas o en la década de los ochenta a los cabecillas de los carteles del narcotráfico.Pero en la actualidad pareciera que esa ventaja podría estar diezmada.