América Latina y el Caribe (ALC) se enfrentan a una oportunidad histórica: convertirse en una potencia verde mediante el mercado de créditos de carbono. Con abundantes recursos naturales y una alta capacidad de absorción de carbono, los países latinoamericanos podrían atraer miles de millones de dólares en inversiones climáticas, al mismo tiempo que contribuyen a la lucha contra el cambio climático.