Yenny Rodríguez Barajas

He trabajado durante más de dos décadas en el sector público colombiano. He visto llegar políticas, crisis, reformas y tecnologías. A lo largo de los años hemos hablado con frecuencia de “transformaciones profundas”, pero pocas veces he sentido ese cambio tan cercano como ahora, con la llegada de la inteligencia artificial. Esta vez no se trata únicamente de una evolución técnica; se trata de un cambio humano, estructural y social.

En el umbral de la solidaridad, donde ayudar al prójimo se convierte en una realidad tangible, conocí una iniciativa que trasciende la simple asistencia para crear verdaderos escenarios de emprendimiento, seguridad alimentaria y transformación para quienes hacen posible que cada día tengamos alimento en la mesa: nuestros campesinos.En el campo colombiano coexisten dos historias, aunque rara vez las reconocemos como parte esencial de nuestra vida diaria. Una es la historia del conflicto: una larga batalla política y territorial que ha marcado el discurso del país.

Desde que escuché esta frase, se volvió mi mantra: El que no es, no es y no debe estar. Suena dura, incluso despiadada. Pero después de 20 años construyendo empresas, he aprendido que es una de las verdades más liberadoras del liderazgo, y la más necesaria.Durante mucho tiempo luché contra esa realidad. Mantuve en mi equipo a personas que “casi” daban la talla. Conservé proveedores que “más o menos” cumplían. Sostuve alianzas comerciales que “de alguna manera” funcionaban. Creía que ser flexible era ser sabia, que dar oportunidades era ser generosa, que esperar el cambio era una virtud.

La inteligencia artificial (IA) ya hace parte del día a día. Desde apps que convierten nuestras fotos en caricaturas hasta asistentes que corrigen textos o estructuran presentaciones, su integración a la vida cotidiana se ha acelerado de forma masiva.

Hace un tiempo, en una sesión con un líder muy respetado, me dijo con una mezcla de sinceridad y cansancio: «Lucila, hay momentos en los que solo tengo un cuadro detrás de mí». Aquella imagen, tan simple como poderosa, me conmovió. Habla de la soledad que muchos líderes experimentan: están rodeados de gente, agendas repletas y metas ambiciosas, pero sienten un vacío difícil de explicar. Al final, el cuadro colgado en la pared se convierte en su única compañía.Este sentimiento no es poco común.

Con más de cinco años de experiencia en procesos de transformación laboral, Naez ha desarrollado un modelo de operación que conecta talento colombiano con empresas de distintas partes del mundo –principalmente en Estados Unidos y Canadá– mediante esquemas laborales flexibles, sostenibles y centrados en las personas.Desde el año pasado, su apuesta ha sido ofrecer soluciones especializadas a sectores que históricamente han operado presencialmente, por medio de modelos de trabajo remoto personalizados que combinan eficiencia operativa, tecnología de punta y talento humano de alta calidad.“Cree

Con el propósito de fortalecer la democracia desde los territorios, Juliana Uribe Villegas fundó Movilizatorio en 2016 un laboratorio de innovación social que hoy tiene presencia en Colombia, México, Chile y Sudáfrica, movilizando a millones de personas en torno a causas comunes y urgentes.“Nuestra apuesta es clara: tender puentes entre actores sociales, económicos y políticos para construir soluciones colectivas desde las regiones”, asegura Uribe, directora ejecutiva de esta iniciativa que ha articulado esfuerzos ciudadanos con agendas públicas.La organización ha liderado procesos de forma

Según cifras de la Cuenta de Alto Costo –organismo técnico del Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS)–, en Colombia siete mujeres mueren cada día a causa del cáncer de cuello uterino, provocado en más del 95 por ciento de los casos por el Virus del Papiloma Humano (VPH), advierte Johanna Ballesteros, gerente general de MSD para el clúster Colombia y Ecuador. “Esta enfermedad continúa cobrando vidas a un ritmo alarmante, pese a que existen herramientas efectivas para frenarlo: vacunación, educación y tamizaje”, reitera.Existen más de 200 tipos de VPH.