He trabajado durante más de dos décadas en el sector público colombiano. He visto llegar políticas, crisis, reformas y tecnologías. A lo largo de los años hemos hablado con frecuencia de “transformaciones profundas”, pero pocas veces he sentido ese cambio tan cercano como ahora, con la llegada de la inteligencia artificial. Esta vez no se trata únicamente de una evolución técnica; se trata de un cambio humano, estructural y social.