Medellín Challenge: un modelo educativo que une conocimiento y acción social

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En la capital antioqueña, el Colegio San José de Las Vegas desarrolló la estrategia de aprendizaje Medellín Challenge. A través de esta iniciativa, convoca a estudiantes de colegios públicos y privados –locales e internacionales– a participar en el diseño de soluciones sostenibles frente a desafíos concretos de su entorno.“Creamos el Medellín Challenge para romper con el aula tradicional, conectar el conocimiento con el contexto y formar ciudadanos globales que propongan y actúen frente a las problemáticas y necesidades de su entorno”, afirma Gloria Figueroa, directora general de la Organización San José de Las Vegas.La directiva destaca que desde la implementación del piloto en 2021, la estrategia ha evolucionado hasta convertirse en un ecosistema de aprendizaje con impacto internacional. En la edición de 2023, participaron más de 200 estudiantes y docentes de colegios de Colombia, India, México, España, Estados Unidos y Qatar, quienes desarrollaron prototipos de soluciones frente a retos como la deserción escolar, la inequidad alimentaria, la falta de servicios públicos y la contaminación de las quebradas urbanas.En 2025, el proyecto continúa ampliando su alcance con la incorporación de instituciones del sector rural y público, con el propósito de cerrar brechas entre lo urbano y lo rural, y entre lo público y lo privado.“Los desafíos que estamos investigando incluyen temas como la calidad del aire, el acceso al agua limpia y la educación para comunidades migrantes y desplazadas. Para ello, se están desarrollando propuestas como techos verdes, colegios inteligentes y trayectorias de aprendizaje personalizadas mediante inteligencia artificial”, señala Figueroa.Estructura y propuestasLa experiencia está organizada en tres etapas: inspiración, conexión con el aprendizaje y validación. Por medio de entrevistas, mapas de empatía y trabajo con comunidades, los estudiantes investigan causas, idean soluciones y desarrollan sus propuestas en espacios de creación conjunta y makerspaces –espacios donde pueden crear, inventar y aprender haciendo, utilizando diversas herramientas y tecnologías–.Según cuenta la directora, los estudiantes asumen un rol activo, lideran comisiones según sus talentos, diseñan ideas y las presentan ante expertos, utilizando el inglés como vehículo de comunicación global.“El Medellín Challenge es un espacio donde los jóvenes no solo aprenden contenidos, sino que actúan como líderes capaces de proponer y transformar, desarrollando competencias clave como empatía, pensamiento crítico, creatividad, innovación y trabajo colaborativo”, enfatiza Figueroa.Uno de los proyectos fue la creación de una granja inteligente con microcontroladores Arduino para automatizar el riego. “Esta solución, impulsada por estudiantes de distintas instituciones, se implementó en la Comuna 4 como alternativa educativa y productiva para combatir la deserción escolar”, cuenta.Para Figueroa, Medellín Challenge representa una nueva forma de entender la educación: una que empodera a los estudiantes para convertirse en agentes activos de cambio, con una visión global y un propósito claro.“No basta con adquirir conocimientos; queremos formar estudiantes que sepan ejecutar, construir en equipo, resolver problemas reales y crear oportunidades para otros”, concluye la directiva.

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