En una sala de audiencias administrativa en Oakland, el 23 de julio, la Oficina del Departamento de Vehículos Motorizados de California (DMV) solicitó la suspensión del permiso de Tesla para fabricar y vender vehículos en el estado durante al menos 30 días, argumentando que la compañía ha engañado deliberadamente a los consumidores mediante el uso de términos como “Autopilot” y “Full Self‑Driving” en su propaganda.