El escándalo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) evolucionó de un caso de corrupción relacionado con un contrato amañado y plagado de irregularidades en la compra de 40 carrotanques destinados a La Guajira, a una compleja trama judicial que involucra a 11 congresistas, altos funcionarios del Gobierno y contratistas de la entidad.