Con sus propios carros, sus sedes educativas y casi 5.000 millones de pesos, tendrá que responder una academia de conducción que, en el departamento de Boyacá, se dedicó a tramitar licencias de conducción chimbas.El asunto era fácil, quien tenía necesidad de un pase de tránsito, no tenía que pagar el curso, cumplir con las horas de clase tanto teórica como práctica, ni mucho menos saber manejar.