Detrás del atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay, del Centro Democrático, está la sombra de un peligroso criminal sobre el cual cada vez se conocen más detalles de su violenta vida delictiva. Élder José Arteaga, alias el Costeño, pasó de trabajar en una barbería al tráfico de drogas, y de ahí a montar una peligrosa oficina de sicariato, en una red que ha llegado a otros países. Los asesinos a sueldo incluso cometían homicidios en otras ciudades.