Vivimos en una sociedad que premia ser social y castiga la introversión. Hoy parece que es mejor tener una vida pública y mostrar todo lo que se hace, lo que a mi juicio genera un poco de mayor presión a la simple existencia.Dentro de todo lo que hay que saber, conocer y gozar y la presencia del famoso: fomo (fear of missing out, por sus siglas en inglés, o miedo a perderme algo) nos hace seres más robotizados, automáticos, en un frenesí por hacer cosas, mostrar, compartir, ganar amigos, atesorar.Tal vez entré a un momento de mi vida de mayor introspección y calma.