El Kremlin declinó confirmar los reportes de que el derrocado presidente de Siria, Bashar al Asad, huyó a Rusia, después de que agencias de prensa rusa informaran, citando fuentes del gobierno, que el dirigente y su familia estaban en Moscú y recibieron asilo por motivos humanitarios. Esto recordando que, por año, el exlíder sirio fue un gran aliado del régimen de Vladímir Putin y las fuerzas rusas ayudaron militarmente al Ejército del exiliado mandatario.“En cuanto al paradero del presidente Al Asad, no tengo nada que decirles”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a la prensa.