El fenómeno de El Niño y su contraparte, La Niña, son manifestaciones del sistema climático global conocidas colectivamente como ENSO (El Niño-Southern Oscillation). Estos fenómenos representan la mayor fuente de variabilidad climática en la región tropical del océano Pacífico y, aunque no son una manifestación directa del cambio climático, sus efectos pueden superponerse y amplificarse en un contexto de calentamiento global.