La angustia y el silencio siguen rodeando el caso del empresario Gonzalo Enrique Arenas Paredes, secuestrado el pasado 2 de mayo en la zona rural de San Faustino, corregimiento de Cúcuta, cuando se encontraba visitando unas minas de carbón y plantas de coque metalúrgico acompañado de su padre, Gonzalo Arenas Hernández.Arenas Paredes, reconocido empresario del sector minero, viajó desde Bogotá, donde reside con su esposa Jessica Ramírez y su hija de dos años, con el propósito de cerrar negocios relacionados con carbón y coque metalúrgico.