El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, solicitó este lunes a su homólogo estadounidense, Donald Trump, que reflexione sobre la importancia de Brasil y se siente a negociar el arancel adicional del 50 % anunciado para productos brasileños que lleguen a Estados Unidos a partir del 1 de agosto. La medida fue presentada por el líder republicano como parte de su nueva agenda comercial.
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Durante un acto público en el estado de Río de Janeiro, Lula expresó que espera que Trump "reflexione sobre la importancia de Brasil y se siente a negociar". El mandatario recordó que ha tenido relaciones con varios presidentes de EE.UU. y que nunca ha enfrentado conflictos de esta magnitud. Según Lula, la vía para resolver las diferencias es el diálogo, no las sanciones unilaterales.
La solicitud de Lula ocurre a cuatro días de la entrada en vigor del arancel del 50 %. Estados Unidos ha condicionado su eventual eliminación al cese de los procesos judiciales contra Jair Bolsonaro, investigado por intento de golpe de Estado. Brasil ha rechazado esta condición, señalando que los temas de soberanía y de justicia no son negociables. El Gobierno brasileño ha insistido en abrir un canal para tratar las diferencias comerciales, pero hasta ahora no existe un diálogo oficial.
Lula afirmó que su país no tiene disputas abiertas con otras naciones y que su enfoque con EE.UU. será de negociación. "Desde que inicié mi tercer mandato, en enero de 2023, abrimos mercados para 398 productos brasileños", dijo. Agregó que ese avance ha exigido "mucha conversación y muchas llamadas", pero que está dispuesto a seguir dialogando.
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El jefe de Estado responsabilizó al diputado Eduardo Bolsonaro de promover las sanciones en Washington con el objetivo de frenar el proceso judicial contra su padre. Lula calificó esas gestiones como un acto de traición nacional y señaló que Bolsonaro no está siendo juzgado por su Gobierno, sino por la Justicia brasileña. Según Lula, el pueblo no debería pagar por esas acciones.
También criticó que las sanciones hayan sido solicitadas por un dirigente que, en campañas anteriores, utilizó la bandera brasileña como símbolo, pero ahora, según Lula, prioriza los intereses de Estados Unidos. Lo calificó como una muestra de "falta de carácter y de patriotismo".
En relación con las versiones sobre una eventual reducción del arancel si Brasil cede parte de sus tierras raras, Lula afirmó que se enteró por la prensa. Negó que su Gobierno esté dispuesto a ceder recursos estratégicos y reiteró que esas riquezas "pertenecen al pueblo brasileño".
Por último, indicó que su Gobierno creó una asociación con empresas privadas para realizar un inventario nacional de minerales, pero dejó claro que esas compañías solo tienen autorización para explorar y no para vender minerales ni tierras, ya que estas son propiedad del Estado brasileño.